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28 de abril de 2011

Vocación, convicción, accidente y rentabilidad

-Esque ustedes son gente rara. Sí, rarísima.¿Por qué estudian Letras? ¿por qué les gusta la investigación? Esas son cosas raras, a quién le va a interesar lo que se trata de decir a través de las obras literarias. De qué van a vivir. Por qué no mejor estudian medicina, la gente siempre se enfermará; o sicología, porque cada vez hay más locos. Por qué no mejor estudian otra cosa más técnica, más industrial, este país es industrial. Esto del estudio es una muy bonita utopía, uno siempre va tras él dinero. Deveras que ustedes son gente rara. ¿Nos se los han dicho ya?

24 de abril de 2011

Voluntariado

En el ruedo de las páginas de mi lectura cotidiana, se engañan las palabras que más que de mi boca nacen del ansia.
Un vistazo de luz, un rezo que suena a espiral y tus labios sangrados de mi fuerte inclinación voluntaria.
 Apareció tu nombre ahí. Tu actitud allá, una mujer ajena jugaba con un niño y el libro fue cada vez más pesado.

Y un apaciguado recuerdo vomita todo lo que ahora soy.

-(Quiero volverte a ver)
-(Ya sería mejor no pensar en ti)
-(No me importa, te quiero ver)
-(Entonces cae de nuevo)
-No me Interesa. Te quiero volver a ver.
Y perderlo todo. Y ganar nada. Pero todo para mí: la lucha y la derrota. No su estúpida mitomanía.

18 de abril de 2011

Sin miedo a morir

¡Qué tristeza!, Cuanta melancolía....

Me lo dijo hace poquito una señora ya grande y cansada:


Ay, hijo, si yo ya estoy como las plumas que se les caen a los pájaros. Ya nomas cayendo haber a dónde paro...

Esa señora pudo haber sido poetiza. Fue algo que también voló y cae desde la altura, desde los cielos. Pudo haber escogido un pájaro débil o herido, pero no. Los pájaros ni se dan cuenta de que mudan sus plumas y éstas se hacen objetos meramente inamovibles, supongo que ella creería que hasta inservibles.
Y ella, halada por los ciernes de lo que sea, cayendo liviana; siendo arrebatada por los soplos de otras cosas sin importarle como fuera acabar
 Era una señora de ochenta y tantos años, ya sin ganas de vivir. Sí, una nueva forma de dejar de temer a la muerte. De esperarla.




Foto: "Plumas IV" de Antonio

14 de abril de 2011

Sujeción.

Que tú,
que yo,
que nadie.

Mejor Ningún

Mejor Nada.

Y sí me gusta éste cielo, lo que no me gusta es estar atado a tierra; estar atado a ti.
Me das las alas pero me limitas el vuelo.

Fue, ya hace mucho, un paraíso robado. Pasillos largos de dolores aún más perpetuos.
Pero quién te robo la vista de los ojos,
la voz de tu boca.
Ya sé que estás ahí, pero dónde. Escucho tu acento y tu asentir pero no te siento.
Pero quién me quito mi sentir. Raro caso: todavía no dejas de ser lo que ya fuiste.

TúU            presente 
que no me deja ser lo que ya soy.

10 de abril de 2011

Las malas costumbres.

La otra vez inventé una muy bonita metáfora para ti, pero la olvidé. Dejé pasar el tiempo, no sé que decirte, se me escurrió como cuando el agua se va de las manos - como cuando los suspiros se me van del alma-.

También soñé contigo, pero no sé que soñé. Fue un sueño luminoso, algo así como un solárium; algo húmedo, como si me ahogara en tu saliva o por lo contrario muy seco, como despertar.

Dicho sea de paso que soy una estructura desfragmentada, como un rompecabezas sin distintivos.

¡Ah! sí, claro. También hice canciones, pero perdí mi guitarra, después mi cancionero. Mejor compré un bandolón que quién sabe que le pasó.
Luego, como todo se me perdía, lo otro se me escapaba y lo demás, si no huía de mí, se me olvidaba, preferí cortarme las venas




pinté un autorretrato de mí desbordándome las venas. Pensé dártelo en tu cumpleaños, pensé que te gustaría, pero...ya sabrás... no, no es cierto. No supiste: Claro que no olvidé tu cumpleaños.   Sólo no lo recordé. Hasta quise guardarlo para el día de tu santo pero como nunca tengo un calendario ni me di cuenta, la verdad.

Como tú de mí te hartaste y me quedé tan sólo, compré dos gatos que se hicieron seis y luego nueve y por último dos de vuelta. A cada rato se hieren. Se muerden. Se lamen. Se abandonan. Le puse nuestros nombres. Al pinto le puso el tuyo y al pardo el mío. Pero como el pardo se va tanto de la casa, mejor le cambié el nombre.

... ... ¡Ah!, sí. La otra vez llegué sin sueño a la cama. Me puse a divagar. Mientras que el gato roía mi pecho; el té se evaporaba de la olla sin que me diera cuenta; un tordo moría raptado por el otro felino  que de hambre perecía; la luna se escondía una y otra vez y yo la confundía con un faro; el ruido de la casa gritaba ecos de los espectros de tu risa
y sí, inventé una muy bonita metáfora de ti

pero la olvidé.


-Omar Tiscareño-

Lo que nunca se va a perder o Las malas costumbres. ¿¿Cómo lo titulo??

7 de abril de 2011

Poemas enterrados

Recordé que tengo una cuenta en mundopoesia.com.
Eso desde el 2008. Encontré un poema que escribí en el 2009. Espero que guste y que reciba alguna crítica.
(nótese que no conocía ni las figuras retóricas ni la métrica)

Una mentira


Tus ojos, tu cara de impostura;
pues implume eres tú y no creo.
Veo tu vuelo y te escucho cantora
cuando posas tu viaje al venero.
Ese canto es epinicio triunfal
de una batalla que nunca emprendió;
son los suelos y tierras de la capital
a la ausencia que el tiempo exilió.
¿Por qué eres tú una mentira?
Yo así no lo quiero creer.
La gente, obscena te mira;
y mirarte como cual, prefiriera no ver.

El pensarte tanto se me vuelve cansancio,
cómo cordeles mis brazos. Te quiero atar,
tenerte en mi lecho es lo que ansío;
quiero llenarme de ti hasta colmar
mi elocuencia ya convertida vacío.
Eres la farsa y acabarás conmigo,
dicen personas que auxiliarme quieren,
no saben que tu esencia es elogio
y mi alma a la tuya hiere.
Sólo creen que eres tú una mentira,
esa blasfemia no la voy a conceder,
serás vacía o quizá sátira
pero eres el ser de mi ser.


-Omar RT 09-
 
 
Bueno, dejaré otro:
Lumbre
 
Temporadas frío se avecinan
y se me antoja encenderme en fuego
para darte mi calor.
Pero eres tú una antorcha,
yo a tu lado soy ascuita,
entonces inviertes mi táctica
y me lleno de ti; me envuelvo
en una llamarada fatua
y mi candela te cubre.

Te beso, y pareciera que
el suelo fuera de brasas
y el tiempo humareda
que se nos aleja.
Pareciera que el
espiral arrogante y vacío
de la ausencia se llenaran de lumbre.

Temporadas de helor se avecinan
y me veré en ti, en tu hoguera que es
lecho de ardor pasional.
Temporadas de escarcha se avecinan
y se avecinarán cada fin de año y,
en cada uno, se me antoja quedarme contigo
 
 -Omar RT 09-