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30 de enero de 2015

Taxi

Uno tiene el humor pesado y quiero simpatizar, el otro es cortés y siempre se presta a conversación. 

El primero habla y habla y continúa y no se detiene y quiere seguir hablando, te platico de esto y de lo otro, bromeo contigo, soy simpático, por qué no ríes?

El segundo piensa en que tendrá la oportunidad de hablar después, su opinión se pospone, cambio de tema, no me interesa realmente lo que conversa, no es de mi interés.

El tiempo, plastificado, como un viento espeso, transcurre lentamente dejando llagas que no se perciben.

27 de enero de 2015

Ese mes

Volverá nuevamente ese mes con su masiva lentitud. Y pasará como el viento. Y sucederá como la permanencia

Nosotros nos quedaremos como el que espera el pan y la muerte. Como el que se despierta de noche persiguiendo el bostezo que lo adormeció.

Nosotros nos quedaremos buscándonos en los labios las palabras que no nos decimos usualmente.  Otra vez nos abrazaremos como los árboles y nos besaremos como los pájaros.

Volverá nuevamente ese mes en el que nada pasa cuando pasa el tiempo.

18 de enero de 2015

Quizá esa sea mi nostalgia: recordar que no agoté tu compañía invisible

Sandra volverá en una noche de oscuridad profunda y me susurrará por la espalda. Un viento frío, pero reconfortante. Me tocará la nuca y levitaremos hasta lo negro del cielo. Hace tiempo lo hacíamos, nos hacíamos volar con gestos mínimos; así, sin vernos. Eramos muy jóvenes como para hacernos compañía, así que inventábamos nuestra amistad palpándonos con los ojos cerrados. Yo simulaba ser alguien que quería ser y seguramente ella lo hacía igual. Eran tiempos también oscuros, aunque felices. Íbamos por ese canal que quién sabe a dónde iba a parar. Creo que no conocimos el final de esa etapa, apenas nos dimos cuenta y ya estamos en otro canal, por distintos lados.

No sé si vendrá desde muy lejos, desconozco las distancias entre seres que vuelan. Vendrá y después del toque querré verla y no estará. Y recordaré que es diáfana de día y oscura por la noche. 

Y que seguramente existe en donde creo que está. Aunque no me piense.


14 de enero de 2015

Levantarte una mañana

Levantarte una mañana y preguntarte si caliento café para los dos o si sólo para mí; y mojarme la cara y escudriñar mi reflejo deseando que se escurrieran, también, las arrugas de mi piel; y cederte el baño para que alcances ahora sí a rasurarte; y mirar la destreza con que resbala la navaja por tu cuello, ese acto que para ti es acaso tedioso, pero que a mí me entretiene; y tostar pan, tú mientras bajas la ropa, en la tarde lavarás, se está juntando mucha y eso es lo que haces, juntarla toda y después lavarla; y contarte mi sueño, escuchar el tuyo, recordar cosas de la escuela, hablar de los viejos amigos y de sus hijos,  cambiar el tema, dejarte los trastes, yo ya estoy lista, te dejo, apúrate o llegarás tarde, y te quiero decir, amor, que esta es la línea lejana que queríamos alcanzar, pero mejor te beso y salgo, cierro la puerta y me detengo, olvidaba algo, giro, abro la puerta y al entrar de nuevo es una casa vacía en donde no hay ropa, ni pan, ni agua para el café, y tú sigues dormido, eternamente dormido y yo te quiero decir, amor, que esa línea lejana era nuestro horizonte, y que por eso, amor, pienso que mi utopía es más bien el pasado.

Omar Tiscareño

11 de enero de 2015

FELIZ CUMPLEAÑOS, MORENA!

Me gusta, por ejemplo, la explosión de su risa. Nunca la contiene, y si es necesario irrumpir conversaciones y ser imprudente, sucede. Cuántas veces la he visto atomizar el líquido de su boca cuando la risa la sucumbe, ¿cuántas?

Me gusta su dramatismo porque es feliz. Y ella exagera las situaciones adversas y se divierte solucionando sus problemas. Ahora le negaron la materia de inglés, la universidad la desprecia por no gustar de esta maldita lengua imperialista; ahora, ya resuelto (días de papeleo y vengalratoaverquepasas después), el inglés es más es despreciable, te quita el sueño y tienes que empeñar tu atención completa en aprenderla; ahora, fin del curso, aprobó con diez.

Me gustan sus ocupaciones. Le gusta tejer, dibujar, decorar la casa, leer (libros gruesos de física y vectores); un día a la semana va a clases de baile, al otro día va a cursos de joyería (de algo podría servir!), al siguiente asiste a su taller de grafología; se inicia en la nueva medicina germánica, la psicobiología; da clases a sus compañeros de cálculo vectorial, seguido duerme en el laboratorio de la universidad; va a natación, práctica el pentatlon y después de tanto, es en serio, yo no se como es que a veces salimos a caminar por el parque.

Me gusta su otredad, casi llora en cualquier película y es enemiga de los antagónicos.

Me gusta, también que...

7 de enero de 2015

Figura de adentro

Se hizo algo en los dientes y ahora blanquean rectilíneos; adelgazó  bastante, se aclaró su rostro y las piernas se le contornearon -creció mucho. Ya era rubia natural, pero ahora brilla como un sol liberado. La vida la cubrió de felicidad y lo hace notar.

Saraí, ya no eres la que conocí, ya eres algo más bello y eso está bien y además es lindo.

Me preguntan, mofándose, qué se siente no haberla querido hace una década. Primero, le dije, me parece que la belleza de una mujer no gira en torno a las adulaciones de un hombre, acaso para sucitar su mirada pero nunca sólo para nosotros; segundo, si aún guarda la naturaleza que le conocí,  ella busca a una persona que la ame sin fijarse en su exterior.

Y todavía no soy yo.

6 de enero de 2015

Regresará

Estoy seguro que Mario regresará y me atacará por la espalda. Irá directo al cráneo, hacia la nuca. Me dará muerte de un solo golpe contundente. Le hice daño y no puede olvidarlo, es una persona rencorosa.

Volverá desde muy lejos y después de fulminarme retornará. Tendrá eso que llaman felicidad.

Nunca estoy precavido. No quiero estropear su bien una vez más.

Libero mis puños, me reconozco entre los vencidos. Busco la redención.

Destornillar

Ayer reí hasta ya no más. Recordé una tarde en que tres compañeros y yo leímos ante un vasto público algunas de nuestras obritas.

En la presentación, otorgamos una pequeña semblanza de nuestra trayectoria. La mía fue la más pobre, nada destacable me adornaba. En mi preocupación por el vacío y la brevedad, comenté un premio fatuo de un concurso que a nadie interesó (casi podría decirse que gané por ausencias).

El presentador ensalsó está risible mención de mi semblanza y me parece (supongo por la altura de sus ojos) que le resultó interesante a la audiencia. "Obtuvo un destacado segundo lugar en un importante concurso regional de estudios de lingüística aplicada", dijo con palabras largas, in crescendo. En ese tiempo me sentí agradecido por el favor secreto, ayer que lo recordé reí como nunca antes.

Sentí destrozarme por la risa. Me desarmé, caí al suelo y me desternillé de risa. Y es que yo en la semblanza sólo había escrito "Segundo lugar en el lingüitón de la escuela".

Ahí,  en el suelo, torciéndome como culebra y llorando agua dulce, comencé a rememorar los logros que desde esa fecha a hoy he conseguido. Ya estando abajo y en pedazos, no me pude levantar.