De revés se va, ida y vuelta. no existe supremacía ni tiempo que te tolere.
No te vayas si crees volver, ven cuando me olvides.
Choca una o dos veces tu ser contra el mío, pellizca mis mejillas con tus labios vainilla.
hey, y por qué no, hay que vernos más seguido. unas quince o treinta horas por semana.
Vuelve, aveces, a la realidad
para recordar que se siente verte cerca y andar tras de ti.
Ve, siempre, ha ser caótica, a perturbar mí mente.
Muerde a pedacitos de mi cerebro y escupelos
si quieres. Tu saliva es ceniza que no quiero dejar de probar.