que no hay caminos largos,
que el sol no es la luz más fuerte
que no hay tanta maldad
que el tiempo no es factor,
que todo es tangible: el alma, el amor
que hay un rezo para todo.
Después anda en lo alto,
en el raudo viento,
y postra ventarrones.
No hay vicio que lo consuma todo - Tu aliento de alquitran -
Luego valsea por sus calles de lumbre,
con su corona de cenizas.
Yo quiero velarla hasta henchir un poemario
y hacer de su humo una luz opalina; irisar sus ojos y presentarla perpetua.
Contigo todo es verdad. Ya ves cómo son las cosas cuando todo va bien.