Hasta allá, en la cumbre, el mismo camino que se bifurca y yo tras tu pelo.
II
...que descubro después el extático destellar de tus ojos inicuos.
III
Algo así como si no sintiera, como si se alzara tu cadáver podrido y no te oliera
IV
Tú allá descalabrada y calva, el arpón de mi uña clavado en tu ojo derecho y tu peste coroyendo mi corazón
Saturno - Goya |
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