Yo, por otra parte, le he conferido a Mónica todo mi arrepentimiento. No sé cuando me entenderá. A veces dibujo en esta arena su nombre, lo puedo leer aún desdibujado por el lengüetazo del mar. Susana me mira y no se ríe, pero estoy seguro que le causa mucha gracia verme confundido; anuda su pelo y se parece a ella, el cielo se oscurece y su sombra se restriega por toda la playa, tararea la misma canción que de seguro ella inventó para que nunca deje de dolerme su presencia. Escucho como chilla su débil voz a través del viento fresco, me hundo en la arena de este infierno nocturno, y mientras tanto, la luna se hace cada vez más flaca.
Por fuera, nuestro panorama es idílico, es un paraíso de noche en la mágica Copacabana para una recién pareja.
-Omar Tiscareño-
La hondura de la vida
Deseo ver tu cuerpo infatigable bailando frente a la luz de este hondo pozo en el que me hundo, estoy a punto de ser el hombre que fue.
La suerte ehcada
Rumbo a la vereda de mi suerte echada, miro tus ojos y son una senda que se bifurca hacia dentro.
Aojamiento
Vienen las raudales sombras con su cuerpo de fuego negro a dislocarme los pies, bailo esta nochería para que mi maleficio te encuentre. Arderemos en la misma hoguera, tu alma será la primera que se incinere.
-Omar tiscareño-