I
¿Dónde está enterrado tu castigo de látigos nocturnos?
Escarbo con los dientes, con la memoria.
Dónde con temor te busco
si la séneca de tu luz es afuero desatinado
Dónde arrastra la transparencia tu sombra
si detrás del fuego hay hoguera
II
Estas noches mis brazos me trepan por las piernas,
abordan mi estupidez nocturna
y no hago nada más que dejarlo ser.
He dejado mi cuerpo a la orilla del temor,
a la orilla de una sombra que asesiné con espinas.
Muerdo y rehago un dolor congénito
-materia oscura que las sombra segregan-
Francisco Martinez-Omar Tiscareño