Antes yo no sabía cómo era este lugar, a veces temía conocerlo. Varias amistades y yo platicábamos hondamente de esto, creíamos que sería un buen sitio. Ahora, mientras el frío resquebraja mis huesos lentamente, pienso -quizá te cueste trabajo entender como lo hago- en Mónica y su absurda manía por asegurarse el cielo, como si ello fuese posible.
-Omar Tiscareño-