-¿Qué haremos? -le pregunté, con esa actitud que a veces adoptamos, la de ser hojas caídas.
-Justo ahora no tengo ganas de nada
Estamos sentados de frente a un muro y bajo un cielo sin protesta. Yo persigo algunas cosas con la mirada: lo gris del pavimento, el débil verdor de un árbol, el naranja de los ladrillos gastados que están en la pared. Y pienso ¿qué color tiene el mundo a través de sus ojos? Mi cuerpo se templa cuando lo creo saber.