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4 de diciembre de 2021

Nos hemos equivocado en todo

12 de enero


Nos hemos equivocado en todo. De todas las maneras, de todos los modos. Pero no importa. Porque todo lo que podamos creer que nos identifica y que nos hace únicos, lo que creemos o deseamos de las otras personas para nosotros mismos o hacia los demás, acabará algún día y a nadie le importará. Y las ilustraciones, las enciclopedias, las bases de datos, los registros, los tickets y toda la información y todos aquellos a quienes les interese y los que tenían opiniones contrarias, o los que fruncían la cara o hacían gestos de desaprobación, o a quienes se les iluminaba el rostros con nuevos hallazgos, todo y todos aquellos pertenecerán al desinterés así como lo hará también el tiempo con los desastres naturales que caerán también sobre nuestras monumentales construcciones, o en los detalles minimalistas del miniaturismo o en los acabados escrupulosos de las edificaciones barrocas que se descomponen en miles o cientos de miles de ornamentos que esperan se fundan con la fe de esos creyentes que se diferencian de otros creyentes porque han sobrevivido a todos los atentados, al magnicidio, al genocidio, a los diluvios, a los incendios, a los insectos y al descuido; y esas otras creencias que se fundamentaban en lo transmutado, lo olvidado, lo reconstruido o lo inventado, junto con las otras invenciones que se crearon para el entretenimiento, el dolor, la esperanza o la fundación del temor o la renovación del amor como la de Sirïm que contemplaba orgullosa a Hüsrev por la ventana, quien a su vez observaba complacido cómo se bañaba Sïrim a la luz de la luna y todas las delicadezas y las miradas mutuas de los amantes de las grandes leyendas antiguas, modernas, futuras, reales, inciertas e incluso ficticias; y todos los grandes gobernantes y las alimañas, las miles de aves como los elegantes tordos, las proféticas golondrinas, o los inexpertos felinos, los perros inquietos, las nubes atletas, las decenas de miles de cipreses, palmeras, naranjos, granados, y los débiles juníperos que crecerán como pequeños herederos de los grandes imperios; y todo lo que se nos pierde en los bolsillos pectorales de las camisas y lo que se recupera de los desiertos, lo que se estropea con la lluvia, lo que no se erosiona y se eleva por la acumulación de polvo y rocas; y todas esas preocupaciones que huyen temerosas de ti misma, todos esos pensamientos que diriges hacia tus enemigos prisioneros de la idiocia, tus amores infieles, las casas vacías, y todas esas noches de ansiedad oscura y brillante que refulge como si la noche brotara desde tus pensamientos con la delicadeza y la estridencia del papel metálico, y todos esos recuerdos fantasmales y los deseos en rojo del amor y de la muerte, todo, todo desaparecerá. 


Ilustración de Katherine Lam