1.
No es prudente que duerma en el mismo cuarto, pero ha gobernado toda la casa y el último bastión es mi cama.
De madrugada, percibo que trepa el colchón y llega la cima, entonces me despierto sin hacer movimientos porque aún tengo el cuerpo dormido. Siento entonces su movimiento sutil y ágil por entre mis piernas hasta llegar a mis pies. Los tienta con sus patas y, antes de asustarla como pretendía, me compadezco de ella y me enternece que masajeé mis pies.
De pronto clash! clava sus colmillos con fuerza en el dedo gordo y a pesar de que grito y alzo el pie, se queda enganchada, la alzo incluso con el movimiento.
La miro a los ojos y la regaño. Creo que falta poco para amanecer. Se queda dormida entre mis piernas: Nada más no me muerdas, le digo, y dormimos un poco más.
2.
A las pocas semanas, la gata que he adquirido presentó una avería y quiero saber si lo cubre la garantía: se le ha descompuesto la lengua.
Sí-sí, déjeme explicarle. LA mascota llego a casa en perfectas condiciones, con todos sus componentes: orejas, bigotes, garritas, cola y, desde luego, lengua.
Noté incluso que la lengua andaba bien pues de vez en vez la gata la usaba para su mecanismo de limpieza. No obstante, desde un par de días, cuando duerme, se le ha notado que la lengua no regresa a su compartimiento y, por lo tanto, se le escurre entre los colmillos para dejársela a fuera. En efecto, como si fuera un can.
No es que esta avería altere alguna de sus funciones, pero me preocupa que, poco a poco, comiencen a estropearse otras piezas.
3.
Desde hace más de 15 años que no manejo el tema de los gatos personalmente. No sé los procesos de documentación que necesitan.
Hace poco se me preguntó si la gata estaba desparacitada. No poseo la documentación que dé prueba de ello.
¿Qué necesito hacer? ¿Debo darla de alta en el IMSS?
4.
Entre ella y yo, podríamos rellenar un oso gigante a la semana con el cabello que desprendemos. La alternativa de barrer todos los días me ha estado cansando. además de no hacerlo bien por el cabello tan fino que deja.
Compré un robot aspiradora y la verdad es que estoy agradecido con la tecnología china de gama media. Y sí, sí, aspirar y pulir el piso es una maravilla, pero valdrá la pena cada uno de los pesos invertidos hasta que la gata trepe al robot y paseé por la casa.
Es lo que más deseo ver en este año.
5.
Al principio me provocó algunas ronchas, pero ahora, desde que la he mantenido limpia, muy limpia, a ella y a la casa, no he padecido nada, mas que irritación en ojos y nariz, pero muy ligera y poco frecuente.
Un día por la tarde, al hacer ejercicio, mi garganta se cerró y me costó trabajo respirar; cuando pude recuperar el aliento, escuché un pequeño silbido.
El médico dice necesito hacer una prueba cutánea de alergia. Le platiqué que de niño tuve principios de asma por tener muchos gatos. Temí que dijera que entonces, simplemente me deshiciera de la gata. Me manda con el alergista; me da algunas recomendaciones para la casa que, aunque sabía que estaba mal, lo pasaba por alto, como jugar con ella o dejarla estar en el sillón o el cuarto cuando me duermo.
Dice que hay tratamientos para la alergia. Siento mucho mucho alivio. Pienso que esto debí hacerlo antes de traer a Misty, pero igual estoy contento de que se estén dando así las cosas.