I
De hecho, creo que es bastante fácil de entender. La luftwaffe llegó muy tarde, Julieta llegó muy tarde, la penicilina se inventó muy tarde. Todo muy tarde, muy tarde como la alternancia política. El soneto 138 de Shakespeare, (estamos llegando muy tarde, muy tarde). Tan tarde que ya ni importa. Y si lloviera en Lima, ¿para qué?
II
Shlimazel, ¿no te acuerdas de mí? pusiste en mi boca palabras que no quería y fui imprudente porque así lo quisiste; pero no está tan mal y al contrario, te agradezco, porque después de eso se tuvo que poner los puntos en las íes y decir lo que no se decía:
oye, o hay un elefante en este cuarto o a ti y a mí nos pasa lo del delirium tremens, pero si lo estás viendo tú, también lo estoy viendo yo, o eso es lo que me gustaría creer, tan así que imaginaría que eso es lo que crees;
oye, ¿has visto fotografías de mujeres en llamas, llamas tan altas que alcanzan los tres palmos de altura? creo que yo no podría arder en esa lumbre ni untado de queroseno porque no le temo al fuego porque soy un hombre en eterna combustión y, tan así, que he echado llamaradas en en los prados más fríos;
oye, ¿y si probáramos la Calexa o mejor el Prozac? y lo achacamos a la farmacopea y así nos dejan en paz cuando platicamos y solo platicamos para enraizarnos tranquilos como una estrategia de la responsabilidad emotiva;
pero yo sé que ya estás tranquila, pero yo sé que no es prudente, pero yo sé que son ríos más largos y míticos que el Río Amarillo o el Ganges, yo sé que hay gente que ha tirado frutos porque tenían semillas y que no lo es así contigo, pero yo sé que eres concisa, tan así que, una vez se haya todo platicado, se dirá que son quimeras y que la vida estuvo mal simulada y que qué más da el sueño de un caballo cuando en la lluvia en frío que me recordé de ti si uno o dos de los que quisieran se juzga más para sí de tanto y tanto el canto cómodo de platicar a veces.