🚗 _ 🚓🚓

29 de diciembre de 2012

EL DOLOR DE OTROS


Dicen que le habló bonito y le mintió menos que los demás; un día él se equivocó de cama y ella encontró la forma de herirlo metafísicamente; le castigó con todos los dolores y al final le hizo volver para preñarla. El niño nació con problemas físicos, él desapareció, ella vendió sus cosas para pagar terapias, ella sólo conseguía trabajos poco pagados, después de años el niño dejó de vivir, ella tuvo más hijos (tres) y pudo superarlo, el padre de ellos murió cuando el menor tenía veintidós, ella envejecía, perdió su vientre y el temperamento le cambiaba incesantemente, era difícil soportarla, en sus últimos años se enamoró una vez más, Ernesto le correspondió y, sinceramente, fueron tan felices como nunca:

—Ay, mi bien, no tienes idea de cuánto he sufrido—  dijo a su nuevo él mientras se abrazaban en una ladera con vista al perenne ocaso.
—Disculpa, pero eso lo veo difícil, yo también he sobrellevado muchas penas.

Y era cierto, Ernesto sopesó los más grandes dolores que puede otorgar la vida y aún no terminaba, pronto ella morirá y él tendrá que sufrir un nuevo dolor.

-Omar Tiscareño-


Esto es una historia real que me inventé

26 de diciembre de 2012

Demetrio descarozado es una piedra dura

El capítulo XIII de la segunda parte de Los de abajo empieza así:
En la mediania del cuerpo 
una daga me metió, 
sin saber por qué 
ni por qué sé yo... 
Él sí lo sabía, 
pero yo no... 
Y de aquella herida mortal 
mucha sangre me salió, 
sin saber por qué 
ni por qué sé yo...
Demetrio cantará en varias ocasiones estas líneas cada vez más cortas; para entonces, la Pintada ya mató a Camila, la canción es un fuerte y casi obvio referente de su querida. A Demetrio se le irá olvidando su amor poco a poco, igual que la canción.


Los actores Miguel Ángel Ferriz (Demetrio Macías) y Beatriz Ramos, en una escena de la película Los de abajo.

En el mismo capítulo: 

—¿Oiga, curro, ahora que lo estoy pensando, yo que pitos voy a tocar a Aguascalientes?

-Omar Tiscareño-

Desde hace mucho estamos locos

TITI LVCRETI CARI:DE RERVM NATVRA (LIBER QVARTVS)


Locuras del amor

[...] Como un sediento que, en sueños, anhela beber y no encuentra agua para apagar el ardor de su cuerpo; corre tras los simulacros de fuentes y en vano se afana y sufre sed en mitad del turbulento río en el que intenta beber; así en el amor, Venus engaña con imágenes a los amantes, ni sus ojos se sacian de contemplar el cuerpo querido, ni sus manos pueden arrancar nada de los tiernos miembros, que recorren inciertos en errabundas caricias. [...]
Foto: TITI LVCRETI CARI:

DE RERVM NATVRA (LIBER QVARTVS)

Locuras del amor

[...] Como un sediento que, en sueños, anhela beber y no encuentra agua para apagar el ardor de su cuerpo; corre tras los simulacros de fuentes y en vano se afana y sufre sed en mitad del turbulento río en el que intenta beber; así en el amor, Venus engaña con imágenes a los amantes, ni sus ojos se sacian de contemplar el cuerpo querido, ni sus manos pueden arrancar nada de los tiernos miembros, que recorren inciertos en errabundas caricias. [...]

Lacón, Comatas y un idilio mejor que el otro





En la obra de Teócrito, Idilio-V, se lee lo siguiente: 
Lacón —[...] Cantarás más dulcemente donde yo estoy, bajo este olivo silvestre y entre estos árboles; aquí cae el agua fresca, gota a gota; aquí hay césped y ese lecho de hojarasca que ves, y se escucha el chirrido de los grillo [...]

Comatas —aquí hay encinas, hay juncia; aquí zumban lindamente las abejas junto a las colmenas; hay dos fuentes de agua fresca; los pájaros gorjean en los árboles; la sombra es mucho mejor que la de allá y además el pino deja caer sus frutos desde arriba. [...]
Nótese en la cita anterior que Lacón y Comatas disputan sobre quién posee un mejor locus amœnus, parece ser que Comatas lo tiene y de seguro en él abitarán de mejor manera las ninfas.
Comatas —Las musas me aman más que a aquél cantante

-Omar Tiscareño-
Foto: (foto: Idylle, de Gustav Klimt)
Teócrito _Idilio V_  

"Lacón -[...] Cantarás más dulcemente donde yo estoy, bajo este olivo silvestre y entre estos árboles; aquí cae el agua fresca, gota a gota; aquí hay césped y ese lecho de hojarasca que ves, y se escucha el chirrido de los grillo [...]

Comatas -aquí hay encinas, hay juncia; aquí zumban lindamente las abejas junto a las colmenas; hay dos fuentes de agua fresca; los pájaros gorjean en los árboles; la sombra es mucho mejor que la de allá y además el pino deja caer sus frutos desde arriba. [...]"

Nótese en la cita anterior que Lacón y Comatas disputan sobre quién posee un mejor "locus amoenus", parece ser que Comatas lo tiene y de seguro en él abitarán de mejor manera las ninfas.

"Comatas -Las musas me aman más que a aquél cantante"
Idylle, de Gustav Klimt

LA IMPOSIBILIDAD DEL AMOR, UNA BODA INCESTUOSA Y UN SISTEMA DE VALORES QUE NECESITA SER REPARADO POR EL LECTOR: Tajimara

Con esto de los desligues, les recomiendo a otro de la generación de "la ruptura" (en la que se encuentran Arredondo o Sergio Pitol), se trata de Juan Garcia Ponce, no muy conocido pero a quien se le puede rescatar mucho.

En el texto hay una buena broma: el narrador se lamenta de no desarrollar la historia de buena manera como las historias policíacas, pero es lo que más resalta del texto, que es una narración dislocada que finalmente da el torniquete para remediarse.

¿De qué se trata la historia? ¿de un personaje que quedó asido a la nostalgia? ¿del triunfo del amor entre los hermanos Julia y Carlos? ¿de un inusitado erotismo que fue frustrado por la indignidad?

Probablemente se trata de una edad de sufrimiento que sólo fue vivida a mitad del siglo pasado. Ya ustedes dirán de qué se trató.


-Omar Tiscareño- Puedes leerlo acá: 
http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/garcia-ponce-30.pdf



Juan García Ponce

Me caigo y me levanto




El auto-reconocimiento de su magnificencia se percibe claramente en esta grabación: develando sus inéditos, explicando historias (la mayoría de los grandes escritores, en la historia universal, tuvieron conciencia de su extraordinario talento literario y se aseguraron la posteridad de sus creaciones; García Márquez, por ejemplo, conserva sus borradores y no se atreve a desechar completamente sus no preferidos).  

Disfruten mucho de su estupenda voz y su tan bien construido relato (empieza recaído y se rehabilita; o no se rehabilita porque rehabilitar es recaer; o ya estaba rehabilitado antes de recaer; o sepa usted cuántas cosas)

Me caigo y me levanto


Nadie puede dudar de que las cosas recaen,
un señor se enferma y de golpe un miércoles recae
un lápiz en la mesa recae seguido
las mujeres, cómo recaen
teóricamente a nada o a nadie se le ocurriría recaer
pero lo mismo está sujeto
sobre todo porque recae sin conciencia
recae como si nunca antes
un jazmín para dar un ejemplo perfumado
a esa blancura

25 de diciembre de 2012

Tajimara y una alma pura

Jazmín, tengo que volver, estaré aquí para nuestro cumpleaños, la gente ya nos habrá olvidado. No entregues todo tu amor a Ernesto, guarda un poco para mí; defiéndete de las palabras de Tajimara, que la presión social no nos destruya; cuida de ti y de tu vientre.

Te amo con todo mi cuerpo (que es también tu cuerpo). Somos una misma alma que nunca se separará, hermana.

-Omar Tiscareño-

20 de diciembre de 2012

Estrella rota

Lo vi en el fondo: nuestro futuro murió, se lo comió el pasado. Entonces yo dije "esto no puede estar sucediendo" y cuando terminé de decir, Aurelio le había pedido su mano pero ya tenía ambas entre sus dedos; él prometía bajarle los astros más distantes y ese lugar común comenzaba a ser novedoso para ella. Yo, que siempre soy un campo de batalla, defendí mi cuerpo con sólo cerrar los ojos.

Lo siguiente aconteció fuera del cielo, bajo mis párpados.

-Aurelio, si de verdad algún día pretendiste mi amistad, no te lo perdones.

Mientras, la estrella azul (que algún día le ofrecí) dejaba de ser un faro para ella. Su cuerpo resplandecía como la luz de un sol que nunca se apagará.


ort

17 de diciembre de 2012

El segundo poema de mi vida

Encontré en una libreta de la secundaria mis primeros poemas. Obviamente no los publicaré porque me da vergüenza. Hay uno que en verdad me gustó, recuerdo que ni Antonio ni Edgar querían leerlo. Le hice muchas-muchas (de verdad muchas) correcciones a la ortografía, pero todo el contenido está intacto.

Carta luzbel a dios:
¿Por qué me has engañado?

Amigo Dios te pido:
¿por qué me has engañado?
¿Por qué me hundiste al olvido?
¿es porque olvidaste al pasado
como olvidaste a tu hijo?

Aún recuerdo aquellas tardes
en que hacíamos ilusiones,
mientras tú corazón farsante
me llenaba de ilusiones:

"tendrás igualdad y semejanza
para juzgar aquellos seres
que abusaran de esperanza
privilegios y placeres"

me arrancaste mis alas,
mi luz, mi aureola
y me encerraste en tieblas*
con deformidades y cola.

Amigo Dios te digo:
tú no eres el señor
el que algún día habló conmigo
de sentimientos, de amor.

Y aunque estoy hundido en mi llanto
no te voy a defraudar
y lo juro por ti mismo*
el mal va continuar.

omar 2004

*obviamente no son rimas, creía que las rimas eran a partir de la ultima vocal igual.

En los arrabales del fuego

--¿Aún lo odias?
--En verdad no sé, yo no era de esas personas que guardaban rencor por tanto tiempo.
--Pero ya es distinto, estamos terriblemente implicados a hacer cosas ajenas a lo que fue común anteriormente.
--Lo entiendo, y de eso ya no puedo cuestionar nada. En fin, no sé si aún lo odio. ¿Tú crees que el odio o el rencor pueda permanecer mucho tiempo aún en nuestras condiciones?
--No lo sé exactamente, conozco a quienes la perennidad los dejó abyectos, la inquina los abatió varias eternidades, pero supieron estar bien. Como aquí no padecemos de nada, lo indigno que podría ser el odio se vuelve materia corriente para roer a cada instante.
"Sólo lo pregunto para que tomes en cuenta que el odio vale la pena.
--Puede ser. Yo lo único que pretendo es que nunca olvide que mi suicidio fue por su culpa.

ort

16 de diciembre de 2012

La ida

Cuando aquello sucedió no supe si en realidad había muerto o si sólo era una broma pesada de su parte. Tenía miedo de preguntárselo a mamá pues siempre lloraba. Yo, por mi parte, vivía en la desavenencia. Colocaba las cartas, hacía mi jugada y esperaba a que él correspondiera, pero le apenaba jugar conmigo; llegaba temprano a casa pues no fuera que él llegara más temprano y se comiera mi pan, pero creo que él ya había perdido para siempre el apetito.

Un día lo sorprendí a un lado de mamá mientras ella dormía. Contemplaba la parsimonia de su sueño, el ritmo armónico de su respiración.

A la mañana siguiente me despertó el barullo de la casa. Edgar había despertado de su coma, a mí nunca me sorprendió la noticia.

ort



2 de diciembre de 2012

Solar

Dijiste que era como una aurora sutil,
pero fue más que eso.

Yo sólo quería un alma tersa
en la cuál vaciar mi cuerpo.
Buscaba un ser luminoso
que destruyera mis miedos.

Dijiste que tu compañía sería
como el resplandecer de un nuevo sol.

Que juntos tejeríamos una nueva luz.

Pero toda luz es instantánea
cuando es centelleo.

Y en tu mirada encontré la claridad
de todas las cosas,
verte fue como resistir
el fogonazo de energía cinética
que se termina velozmente.

Dijiste que era como una aurora sutil,
pero fue más que eso,
fuiste un solar que me dejó en invidencia.

ort


22 de noviembre de 2012

¡AVE ENVIDIA!

¡Áspid punzante de la envidia, Ave!
Tú fustigas la calma que congela,
El rayo brota en la violencia, el ave
En paz se esponja y acosada vuela.

Si hay en Luzbel emanación divina
En ti hay vislumbre de infernal nobleza,
Rampante, alada, la ambición fascina-
Y si tu instinto al lodazal se inclina

¡Reptil tú eres y tu ley es ésa!

Mírame mucho que mi mente inflamas
Con la luz fiera de tus ojos crueles…
¡Ah si vieras cuál lucen tus escamas

En el tronco vivaz de mis laureles!

Gozaste el día que abismé mis galas,
Cóndor herido renegando el vuelo;
¡Hoy concluye tu triunfo, hay en las alas

Fatalidad que las impulsa al cielo!

Si de mis cantos al gran haz sonoro
Tu cinta anudas de azabache fiero,
Sabio te sé: de mi auroral tesoro

¡Lo que dejes caer yo no lo quiero!

Esa cinta sombría es la Victoria…
Cuando describes tu ondulado rostro

Por todos los sendero de la gloria
Muerdes sombras de ala, luces de astro.

Forja en la noche de tu vida impía
Cruces soñadas de mi blanca musa,
¡Si ha de vivir hasta cegar un día

Tus siniestras pupilas de Medusa!

No huyas, no, te quiero, así, a mi lado
Hasta la muerte, y más allá: ¿te asombra?
Seguido la experiencia me ha enseñado

Que la sombra da luz y la luz sombra…

Y estrecha y muerde en el furor ingente;
Flor de una aciaga Flora es esclarecida,
¡Quiero mostrarme al porvenir de frente,

Con el blasón supremo de tu diente
En los pétalos todos de mi vida!

Delmira Agustini 


20 de noviembre de 2012

Tanta vida por desfallecer

Morir no es lo peor que pueda pasar
porque morir es sólo eso,
no duele estar muerto.

Sin embargo, no quiero ser de las personas
que se niegan a fallecer,
pero tampoco quiero fallecer.

Yo quisiera vivir cuanto pudiera ser recordado,
pero seré como la gente que fue derribado por el canon.
Me suplirán pedruscos de tierra que también
serán olvidados.

Soy mi propio reloj de arena
que mide este infortunio.
Soy un recordatorio
de que alguna vez fui un hombre que valió la pena.
Soy un individuo que muere cotidianamente
sin darse por enterado.

ort

17 de noviembre de 2012

Pues claro que me sigo quejando
es decir

no me estoy arrancando una costra
no es como si me quitara vellitos de la nariz
ojalá y fuera como perder un dedo
preferiría que me desprendieran un brazo
o cualquier otra cosa menos dolorosa

14 de noviembre de 2012

Soy de esas personas que escriben
 mucho para que alguien los lea, 
pues así se sienten un poco interesantes.


sí, soy de los que sufren de miedo 
y de complejos de inferioridad.


8 de noviembre de 2012

Estoy curado y envenenado

I
Pero sé que estaré bien, porque soy de piedra y piedras como yo no hay muchas. Inventé un Haikú sin dolor:

Sólo se es piedra
cuando se muerde el polvo
sin sentir nada.

I
Pero puedo ser otra cosa y adolecer: suplir tristeza con llanto.

[ahora sin dama] ...es un juego absurdo que de cualquier manera hay que terminar.

-ort-

2 de noviembre de 2012

Poemínimos



Supresión:
LA
PALABRA
urólogo
SIEMPRE
SE
DICE
EN
VOZ
BAJA

Me..:
Me
desagradan
los
poetas
que
no
terminan
sus
...


Disfrute
este
poema
y
hágalo
de
su
propiedad®

Broma pesada:
Aquí
se
venden
cigarros
pero
nunca
hay.

Venta:
Si
no
aprende
no
mayugue.


Albur poético:
Compró
condoches
pero
ya
tenía
rellena
la
piñata.

Películas y textos:
I
Está
de
moda
II
Hacer
las
cosas
por
III
Trilogías

-Omar Tiscareño-

30 de octubre de 2012

LA FLOR BENDITA



                                                             
I
Mi cuerpo es la tierra árida
en donde tu tacto va arando mis venas.
Llueve en mi boca el sudor de tu lengua,
salpica luego a mi entrepierna y florezco:
hilos de miel blanca escurren
desde mi vientre.

II
Viene bajando la lava,
arde la tierra quejumbrosa y acostumbrada.

Chorrea el agua roja
manchando las comisuras volcánicas.

El humo -tela blanca- no tapa ni absorbe 
al escupitajo de la flor de fuego.

Y una semilla lechosa que se penetraba
a la hondura del centro de la tierra, 
muere calcinada por el ciclo.

-Omar Tiscareño-

AMAN LOS VIVOS

Reestrenarás con otra piel
palabras que inventaste conmigo






Ya no hay manera, estoy entre los vencidos: la vida deja de importarme un poco más, muero del dolor que sólo agobia a los perdedores. Me odio entre los muertos.
-Omar Tiscareño-


29 de octubre de 2012

NO: la brevedad que se abre y se cierra. NO: la torre y el círculo. NO: la alta negación y el empecinamiento que se muerde la cola. NO: la primera palabra del primer diálogo y el último. NO: la mano que se levanta abierta y con los dedos extendidos para oponerse, prohibir, castigar, detener el paso, rechazar, afirmar la rotunda negativa, pedir que no ocurra lo que ya ha sucedido. NO: el signo universal grabado en las paredes de todo el mundo. NO: la celda circular y el cadalso que nos espera a todos.

JEPacheco

28 de octubre de 2012

Eres sólo de ti

A veces somos los que no tienen que ser,
nos formamos en una fila que no existe.

A veces vemos al cielo y lo hacemos tan nuestro,
pero mordemos la hierva.

A veces, en el peor de los casos,
perdemos las cosas que son nuestras
y las encontramos en las manos de otros.

Mis cosas son tan tuyas
que ya no me pertenezco.

-Omar Tiscareño-



19 de octubre de 2012

Los pigmentos de la memoria

I
Hoy soñaré a color nuestras almas morenas sobre un cielo blanquecino pero sucio.

II
A veces me acuerdo de ti: cuando veo colores bajo la oscuridad de mis párpados.

III
Caí profundamente hacia arriba, sentí el abismo oscuro que hay debajo de tus ojos tan azules como el alto cielo.

IIII
La última imagen que recuerdo es esa lluvia ácida de alfileres negros, como la del ruido del televisor.  Hoy sufro el insoportable blanco, sin movimiento.

V
La luz es la suma de todos los calores.

VI
Pintaré la oscuridad de tu último sueño con el mismo color que pintaste el dolor de tu partida.

-Omar Tiscareño-

6 de octubre de 2012

Infierno Lindberg

Cada quien se encierra en su propio infierno y se incinera a su gusto. Pero cuando Carlos se encierra, el averno es un alud que le moja las piernas.

Omar Tiscareño

De ella

Si fueras alondra/ no volarías
porque estás arraigada a ti misma,
y sucumbe el suelo
por tu fastidioso palpitar,
todos estamos inevitablemente
destinados a caer en la
miserable disyuntiva:

por una parte está la gente
que inútilmente malgastó su vida
sin conocerte

o estamos nosotros
a los que inútilmente conociste.

II

Si me miraras
con tu ojos de un desierto anochecido
-relojes de arena que se propagaron
en la llanura para solapar al tiempo-,
me arrojarías a esa estera
que hay tu iris
amarillenta y pálida,
para que caminara
eternamente en círculos.

Si te mirara
como tú me miras,
diría que hay demasiada gente
en esta gran orbe.

-Omar Tiscareño-


29 de septiembre de 2012

Nos vamos desdibujando

pero en muchas ocasiones me acuerdo de ti: cuando el frío se templa, cuando escurre el agua; es hasta que me abrazas cuando siento que la carne alcanza la perennidad, pero luego te veo, con mi inalcanzable mirada de soslayo, que vas desandando los pasos que algún día dimos juntos.

Hoy somos otra materia, Judith, ¿acaso no me has notado fatigado, con la soledad ebulliendo de mis ojos? Ahora somos inhumanos, tu guardas bien ese secreto de la vida que yo todavía no entiendo; ahora hay gente que trata de explicar por qué escribo cosas tan absurdas, pero yo tampoco sé explicármelo, me basta verme en duermevela, llorándote letra por letra, con la intención de algún día verte entre líneas cruzando por las imágenes que pinto para ti.

-Omar Tiscareño-

27 de septiembre de 2012

Apariciones

VI
Yo simplemente estaba ahí, estático, siendo absorbido por el brillo lunar. Lloraba, no sé por qué, bajo un roble pero no estoy seguro de por qué estaba ahí. Cuando ella me vio, se dispuso el grito en su garganta para luego palidecer y desmayarse.

-Omar Tiscareño.

Todavía más allá



Antes yo no sabía cómo era este lugar, a veces temía conocerlo. Varias amistades y yo platicábamos hondamente de esto, creíamos que sería un buen sitio. Ahora, mientras el frío resquebraja mis huesos lentamente, pienso -quizá te cueste trabajo entender como lo hago- en Mónica y su absurda manía por asegurarse el cielo, como si ello fuese posible.

-Omar Tiscareño-



25 de septiembre de 2012

Hiper-hermoso

Se llama Omar Ortiz, pintor hiperrealista, visítalo acá: http://omarortiz.wordpress.com/


NENÚFARES 

MODELO ENTRE BASTIDORES


VIVE LA FRANCE

VOYEUR

19 de septiembre de 2012

hiperlecciones para subsanar las hipercorrecciones

qué no todos los qué llevan acento
no todos los que llevan acento son qué

qué no todos los qué llevan acento
no todos los que llevan acento son qué

qué no todos los qué llevan acento
no todos los que llevan acento son qué

qué no todos los qué llevan acento
no todos los que llevan acento son qué

qué no todos los qué llevan acento
no todos los que llevan acento son qué

que no todos los qué llevan acento
no todos los que llevan acento son qué

qué no todos los qué llevan acento
no todos los qué llevan acento son que

qué no todos los qué llevan acento
no todos los que llevan acento son que

qué no todos los qué llevan acento
no todos los que llevan acento son qué

qué no todos los qué llevan acento
no todos los que llevan acento son qué

qué no todos los qué llevan acento
no todos los qué llevan acento son que
que qué, qué qué,   que que, qué que









15 de septiembre de 2012

Mentiras nuevas

Esos ojos desmenguándose,
y tu cara, contaminada de lo oscuro,
al igual que tus palabras deslucidas,
ya las conozco.

Y si bostezas y es un viento corroído,
o si la mácula de la noche
dejó salpicados tus párpados
y los disfrazaste de pintura
para que no nos burláramos,
yo sé cuando esa pintura
representa belleza
y cuándo distracción.

Y si debajo de tu lengua
quedó anudada una palabra
y no la puedes despedir de tu boca
porque tu boca es la boca de alguien más,
yo sé herirte el alfabeto
para que exaltada nombres,
con tu voz de furia y de vergüenza,
qué era lo indecible.

Ya te lo digo:
esa tardía, la contrariedad, el impulso,
todo eso te lo conozco, Mónica,
ya no quedan mentiras nuevas.
Debes cuidar de  eso.

Omar Tiscareño

14 de septiembre de 2012

Mensaje indecible (post muerte)

Te extrañamos Tonatiuh
I
Fanny, ya estoy acá. Es hermoso.

II
No, por favor, no vengas. Espérame ahí con vida.

Omar Tiscareño 

10 de septiembre de 2012

La trampa

Puedes enamorarte de su cuerpo, incluso sostener fervientemente que es bello.

Puedes conocer sus ocupaciones, animarte a saber más de ella.

Puedes caer en la trampa.

Se te permite, además, faltarte al respeto: dejarte sin ocupaciones, sin alimento, sin sueños.

Puedes inventar  cosas, reconstruir la realidad a base de engaños
pues puedes creer cuanto quieras.


Puedes calcular la altura del abismo, ignorarlo si prefieres.

Puede escuchar a la mala gente y sus buenos consejos.


6 de septiembre de 2012

Figuras


Amo el olor de tu axila tropical,
sudor fresco,
agua del Mara

Omar Tiscareño

2 de septiembre de 2012

Formas de olvido

IX
Soy bueno olvidando nombres, ayer olvidé uno, no sé cuál. Lo que sí no sé es dejar de recordarlos, por ejemplo, también ayer recordé a Mónica y entristecí.

-Omar tiscareño-

30 de agosto de 2012

Tanta carne y yo pendejo

Dios me deje vivir cien años para verla al menos cincuenta.

Ella...

es...

un...


éxito social (excitó a la sociedad).

27 de agosto de 2012

Dulce entierro



Bésame hasta que anochezca en los albores de mis ojos, luego cobíjame con la sonrisa de mi recuerdo;  llévame ahí donde no se está para que te espere y nómbrame sólo lo necesario.

-Omar Tiscareño-

Mango

Hoy es el primer día en que la ausencia de Margarita se presentó como en definitiva. No sé hasta qué punto se queja mi ser incorpóreo. Leerla es como oler una flor desanimada.

26 de agosto de 2012

Luna de sal y otras microficciones

Siempre tenemos la incertidumbre de creer que hay algo más que sólo lo aparente, algo casi insospechado, como una falsa verdad. Hoy, por ejemplo, Susana ha mirado al mar por más de una hora, ver ese vaivén, ese cambio de aguas y de piedras, no es una rutina grata para quien deja todo y no recibe nada. Así gasta ella su vida, envejece por dentro y no se deprime porque quizá es una tristeza aún más húmeda el escurrir del alma.

Yo, por otra parte, le he conferido a Mónica todo mi arrepentimiento. No sé cuando me entenderá. A veces dibujo en esta arena su nombre, lo puedo leer aún desdibujado por el lengüetazo del mar. Susana me mira y no se ríe, pero estoy seguro que le causa mucha gracia verme confundido; anuda su pelo y se parece a ella,  el cielo se oscurece y su sombra se restriega por toda la playa, tararea la misma canción que de seguro ella inventó para que nunca deje de dolerme su presencia. Escucho como chilla su débil voz a través del viento fresco, me hundo en la arena de este infierno nocturno, y mientras tanto, la luna se hace cada vez más flaca.

Por fuera, nuestro panorama es idílico, es un paraíso de noche en la mágica Copacabana para una recién pareja.

-Omar Tiscareño-


La hondura de la vida

Deseo ver tu cuerpo infatigable bailando frente a la luz de este hondo pozo en el que me hundo, estoy a punto de ser el hombre que fue.

La suerte ehcada
Rumbo a la vereda de mi suerte echada, miro tus ojos y son una senda que se bifurca hacia dentro. 

Aojamiento
Vienen las raudales sombras con su cuerpo de fuego negro a dislocarme los pies, bailo esta nochería para que mi maleficio te encuentre. Arderemos en la misma hoguera, tu alma será la primera que se incinere.

-Omar tiscareño-

12 de agosto de 2012

Introspección


Hoy

Antes de desechar este absurdo aparato, escribo estas líneas y comienzo a desandar las páginas. He avistado algunas hojas, en ocasiones son ilegibles las palabras, hay hendiduras y rayones. Una vez terminado de leer, extraviaré este cuaderno en el zócalo para que alguien más se divierta. Rescato algunas páginas para mí ya que son las menos interesantes.


(Páginas arrancadas)
31 de Junio del 2013 --- 13:23

Hoy el agua se hizo gris, las nubes negras, mi mente blanca. Hoy el chillido de los gatos y el graznido de las aves fueron apenas tolerables. Hoy es el primer último día en el que no me encuentras, en el que no me buscas, en el que no me escondo. Hoy es siempre el mejor día de todos. Hoy es siempre el mejor día de todos. Hoy es siempre el mejor día de todos [N. A. La frase se repite hasta terminar con la cuartilla]

24/diciembre/2012 --- 22:09

El comedor es un módulo vacío, una cámara de ecos:

Su cabello son víboras delgadas que se murieron de peste, hicieron una orgía sobre su cabeza y por tanto anudarse quebraron sus esqueletos, quedaron todas arrojadas a ninguna parte.
Su rostro tiene tendencias extrahumanas, es claro que en el espacio exterior la carne se corruga y palidece. Bajo sus párpados detecto pedruscos de pintura seca, es una costra de mugre colorida encimada a otra más.
Tritura el cereal como si fuera una bestia desanimada, la sangre blanca de su presa se le escurre por sus labios y la sorbe fuertemente. Gotea leche en su barbilla, la enjuga con sus mangas y éstas las restriega en su pantalón de ayer, de hoy y de no sé cuánto más.

7 de agosto del año en curso:


La vida es tan húmeda como un mar de maple
tan sólida como caramelos duros
tan rosa como algodones de azúcar

La vida es nadar en miel:
en cada uno de sus besos me salpica de almíbar,
y regurgito dulcemente.

5 de julio:
[N.A. Con letra de carta:]

no sé si fue siempre o será jamás,
nunca el cerebro se había mordido su cola,
de entre esto o lo otro,
hago un algo y lo rompo.
Invento los sueños dulces para despertar temprano.

Invento los pretextos para justificarme a mí mismo

Invento castigos que yo solo eludo.

Invento pensamientos para distraer las ideas.

Invento que te has marchado para que ya no me vaya.

Invento tu nombre para borrar tu rostro. Luego al revés.

No sé si será ayer o si fue mañana. Tengo bien sujeto el vilo de mi vida: te tengo a ti.

después de junio:

Es como una galimatía que nos inventamos los dos: los pies torcidos, los brazos enganchados, la lengua: un nudo, la garganta: gemido, el arrumaco, el meneo, el vaivén, ajetreo, tejemaneje, faena, trajeo-trajín y follón.

Mañana no me levanto


1er y último día del mes que no está en ningún calendario:

Sus ojos son claros como el agua dulce, su andar es como el aleteo del colibrí: no sé si se agita o me agito yo por dentro. Su cuerpo permanece enjaulado a sí misma y nadie la va a liberar, porque su pecho está enjambrando abejas de furia, las siento pulular desde afuera -sus latidos son macrosismos-. Sacude con sus ojos la traba de mis huesos, los pone a bailar contentos como lo hacen en el cielo.

Desperté pensando en ella, cambié las sábanas. Sucede que su nombre es fácil de recordar. Tuve un sueño profundo, uno posible.

Más adelante me acerqué a ella, pronuncié su nombre y dije:

--Mónica...
[N.A. Lo siguiente se vuelve inentendible debido a tachaduras, no recuerdo ni una sola palabra]

-Omar Tiscareño-

10 de agosto de 2012

La palabra éter no deja de existir aún sin su significante

Quiero morir dormido y soñarte para siempre, Mónica.


Efecto
l i b é l u l a
La vida se me está haciendo agua que se escurre entre mis sueños.

Los sueños se me hacen piedras que me golpean cuando despierto.

Mis ojos despiertos secan mi vida.

T
u

f
u
e
g
o

i
n
v
i
s
i
b
l
e
.

La Muerte es antigua pero los dolores nuevos

[UNO: PIEDRA BLANDA:]

"Amenaza local", dice este mi cuerpo:

Oye, Omar, cuídate cuando lastimes a los demás. No vaya ser que te duelan sus dolores.



Ayer, como práctica, guardé silencio una hora y después reí, qué puedo decir, soy un cadáver simpático.

Debido a que nadie mas lo haría, simulé plañideras con los graznidos de tordos y todos me parecieron fingidos.

[DOS: ...Por cierto:]

Hace tres días murió su papá y no fui a apoyarla, nadie me llorará cuando muera, pero ya muerto no me va importar -se los juro-

[TRES: PENA PROFUNDA: ...Sinceridad y flaqueza:]

Perdóname

5 de agosto de 2012

Poema Uno

I
¿Dónde está enterrado tu castigo de látigos nocturnos?
Escarbo con los dientes, con la memoria.

Dónde con temor te busco
si la séneca de tu luz es afuero desatinado

Dónde arrastra la transparencia tu sombra
si detrás del fuego hay hoguera



II

Estas noches mis brazos me trepan por las piernas,
abordan mi estupidez nocturna
y no hago nada más que dejarlo ser.
He dejado mi cuerpo a la orilla del temor,
a la orilla de una sombra que asesiné con espinas.

Muerdo y rehago un dolor congénito
-materia oscura que las sombra segregan-

Francisco Martinez-Omar Tiscareño

29 de julio de 2012

Agua sucia siempre vuelve al tarro

Pudiese agradarte estar en la lista de aquel buen partido con quien estuviste, pero perderías la sensación de estar conmigo y así no entenderías que es el amor. Mónica, ¿no has sentido calor en el centro de tu caja torácica, sin que se te aguadara el corazón? ¿Acaso nunca has caminado despacio pero con muchas ganas de llegar?, es una sensación hermosa que hoy te confiero para que la derrames.

Nunca te he ofrecido mis sueños para que los bebieras ni he escurrido en mis párpados la tan poca fe que te tengo. Nunca, ni aun despierto, he creído sentir el mazazo de tu mirada ni he escuchado la discreción con que susurras mi nombre para que me reconozcan los vientos que desde tu boca me amarran.

25 de julio de 2012

Murió bonito

Fue la desesperación una cueva augusta y líquida mientras soñaba, todos sus fantasmas se vieron mojados, luego el agua acarrió con tristeza sus sentimientos, así le sucedió.

Recordó ávido, como materia prima, al combustible que detonó infalible a su tragedia:
-Te lo dije muy clarito, que no aprenderías a andar sin mí, te equivocaste. Sí, te lo dije, dos o tres veces, que mis besos están como para hundirse en agua. Sí, no me digas que no, yo soy la primera que te lo dice, que si me lloras tanto, te vas a morir ahogado.

Le hizo mucho caso y se lanzó de bruces al agua, ataúd henchido de lágrimas, ¡no hace falta que le lloren!  ¡murió sin dolor, murió bonito, se ahogó con una sonrisa!

-Yo Tiscareño-

24 de julio de 2012

El paraíso onírico III


Es aquí cuando la sangre se hace más pesada que el agua,
 Mónica, y no te das cuenta que me dejas esa sensasión de desmayo,
que zarandeas mi equilibrio y me descompasas: rehuyo de tus alegrías,
dios me salve de la altura de tu sonrisa.

Es así que la carne se desgasta a besos desapasionados,
dejas en mi cuello la mácula invisible de tu diantre corazón errado,
me dejas diástoles fatigados de responderte por compromisos,
-por favor: yo no puedo reinventar tu latir-.

 Mónica, la perennidad de tu estruendoso parpadear,
tu inalcanzable mirada de soslayo casi extendida a lo profano,
la subjetividad con que me añoras, la invención de los recuerdos,
¡Mónica! que eso no se evapore.

II


Desperté agazapado, aún con miedo.
Ella persistía en mi cama aún furiosa y dormida,
tanto como transparente o ilusoria:

Fue su figura abolida como onix triturado,
masticado por dioses reales que se quejaron de su existencia.
La luz golpeo a los sénecas de mi ojos
y Mónica tuvo una regresión a mi sueño.
Cerré mis párpados fuertemente
y después de mucho cansancio la alcancé.

Volvíamos a perpetuarnos.

19 de julio de 2012

Haikú ejemplos

He estado somnoliento últimamente, como son vacaciones, me acostumbro a dormir hasta las 4:00 y despertar a las 13:00, lo de siempre.

Para conciliar el sueño, como recomendación de Borges, versifico o planeo cuentos. Esta semana resultaron los siguientes:

LA CIEGA
I
La luz oscura
hace juego con tus
ojos de ciega
II
El agua es
todavía más oscura
cuando es de noche.
III
Te vi llorar
como goteando sombras
en un sepulcro.


Solemne
I
Aunque me muera,
no dejará mi ser
de defenderte.
II
Y moriré,
Irremediablemente,
sólo de ti.

SIN LUZ

Cerró sus ojos.
Las estrellas murieron,
esta vez ciegas. 

AguaBeso
Un beso es
agua dividida
a mares secos

A DIOS

Pídele más
para que no dé nada,
luego no pidas.

-Omar Tiscareño-

17 de julio de 2012

Niños muertos

I
La Luna se hizo pesada para los que murieron de sueño, la nube antártica sólo adormeció sus pequeños párpados cuando miraron al cielo.
II
Respiró de todas las lágrimas del mundo, sus pulmones se llenaron de tristeza salada. El aire ya no lo persiguió jamás.
III
Tuvo miedo de nacer, por eso no lo hizo -los ultraecos lo aterraron-. Falleció antes de darse a luz dentro de su huevo de agua.
IV
Murió con el estómago lleno de comida que gusanos y solitarias comerán despacio: aquel niño de África.
V
El sol le aplastó la piel y lo despellejó con ternura cándida; la arena lo cobijó dulcemente, secó sus ojos para que no llorara. Sahara se lo comió de un beso.

-Omar Tiscareño-

10 de julio de 2012

El cambio brusco

Oye blog, he estado bien ultimamente. Las cosas no resultan como deseo, pero así me gusta que ocurra porque ya no le tengo miedo a la adversidad. Estoy aprendiendo a cambiar de perspectivas, pero es dificil que la gente cambie la visión que tiene de ti

haz fama y échate a dormir.

Muchas veces he escrito en ti cosas de ella indirectamente [lo seguiré haciendo, perdón]. Te he platicado de cómo la conocí. Hoy quiero platicar de cómo la desconocí. Hace tiempo estaba sumersa en la melancolía -hasta hace poco me di cuenta- y tenía cambios de ánimo muy repentinos. No los demostró conmigo porque juntos estábamos bien, no quiero alardear de más, pero estar conmigo en el trabajo le resultaba divertido. Yo también lo estaba, y mucho, hace tiempo que no logro reirme de la misma manera, ya nadie me comparte agua de mango y ninguna de las amigas de las personas que conozco me ha vuelto a decir

"oye, estás tan flaco como un vegetal"

                                                 vaya, no sé si es porque ahora estoy peor. He perdido esa gracia, mi humor cambia repentinamente, a veces no soporto a la gente. En pocas palabras, me he vuelto huraño y lo peor es que siempre hay una buena razón -o al menos trato de creer que así es, siempre estoy equivocado- si de pronto me lees escribirte que ya no me interesas, no me hagas mucho caso, blog, es que aún no te he leído lo suficiente para conocerte y saberte tratar.

Ella aprendió a ser una persona plena, equilibrada. Me platica de cómo las cosas le resultan mejor que antes. Cuando estoy con ella, ahora no es lo mismo que antes: me apeno, no tengo confianza en mí y he dejado de simpatizarle, quizá, sé que pudimos estar mucho más tiemo juntos si supiera tratarla, procurarla como es debido. Eso resolvería muchas cosas de las que hago.



Hace una semana me platicaron de Adrian, está en depresión y ha intentado suicidarse. Lo vi hace más de un mes, me reí de él porque parecía un robot que apenas y procesaba la información. Caminaba tres pasos y después planeaba cuales serían los proximos pasos, quién sabe para donde quería ir -creo que ni él lo tenía asegurado-. Todos estamos en constante cambio, hay que tener bien sujeto el vilo de nuestras vidas.

La vida en rojo

Cuando desperté, ya no estaba Mónica a mi lado, pude buscarla pero no quise, entonces me recosté una hora más, todas las sábanas estaban manchadas de rojo. Después fui al lavabo a enjuagarme la cara, tenía costras secas que me costaron trabajo quitar, miré al espejo, esta vez no hubo ningún mensaje escrito, reí sin ganas, como forzando mi risa.

Llegué a la sala y pensé: me buscará, no cabe duda, cuando su odio le queme la sangre; querrá vengarse pero ya estaré muerto, escupirá mi lápida y me maldecirá, caerá en mi alma toda la superchería que provoqué pero jamás estaré arrepentido, acaso satisfecho y más ligero. Descubrí bajo la guitarra su bolsa, su celular. Tiene muy pocos contactos pero muchos mensajes de números no registrados que la adulan, otros en donde se citan, de algunos que se sobrepasan. Estaban los míos también, mi número sin registrar, inútilmente borré todo rastro de mí. Su bolsa tenía, además, cosas de valor y mucho dinero, le entregaré todo íntegramente a una amiga de ella que apenas conozco.

Mónica es una joven como yo lo fui -hoy tengo la misma edad que ella, pero el cuerpo con más arrebatos-, se divierte bajo los mismos excesos: la juventud es un éxtasis desatinado, siempre oportuno, equivoco pero existente en cada tocada; es un engrane revolucionando quién sabe para qué. "Nos vamos por un caudal violento y no nos importa a donde nos lleve" me dijo ella después de invitarla a mi casa, justo después del concierto, apenas y lo dijo y yo ya estaba deteniendo un taxi, también la estaba deteniendo a ella, le ofrecí cocaína para aliviarla, había bebido de más. La subí como pude a mi departamento, me pidió que usara mi guitarra, que tocara algo de los Guns, o All nightmare long y mientras  yo buscaba whisky. Sí, ganaba sobriedad y no es lo que yo pretendía.

La cocaína tiene un efecto macabro, logra mantenerte despierto pese a los efluvios del alcohol, puedes tomar tres botellas o más y la lucidez del momento no cesaría nunca, es esa la onda, permaneces como gato viviendo la eternidad fascinante de cada instante, pero olvidas que cada movimiento debe preceder un siguiente paso, despiertas aturdido con un dolor de cabeza descomunal, no te importa el presente por que quieres que esto termine pronto, y piensas que así será, que terminado este maleficio al que estas sometido volverás a hacerlo, a iluminar tu cuerpo con cada respirar de polvo.

Así estaba yo, entonces, pretendiendo alcoholizarla de nuevo para que decayera y yo le aligerara su peso con más blanca, con tantos reset olvidaría el origen de ésta partida. Cuando por fin Mónica olvidó a qué planeta pertenecía, la terminé de desnudar y ella no opuso resistencia. La penetré muchas veces, tantas como me dieron ganas, no la cuidé en lo absoluto. Ella, aún consiente pero perturbada por la visión borrascosa -esa visión inundada al vacío-, se satisfacía también, jalaba de mi melena, lamía mis tatuajes. En el momento más culminante, comenzó a sangrar de la nariz.  "No la detengas, deja que sangre" le dije, había reventado en chorros  como una bolsa pinchada o un globo en colisión, era sangre limpia aunque parda, era un estupor de belleza, a la vez era paradójico porque ella me salpicaba de su sangre que era sana, mientras que yo la contaminaba.

La sangre desmitifica muchos clichés, porque la sangre es el sinónimo más próximo de vida, si sientes un corazón latiente es porque hay sangre, el amor es una chispa de sangre caliente inflamando tu cerebro, naces bañado en salpicones de agua rojiza y, precisamente, el pene tiene que estar henchido de sangre para que se erecte y se conciba el apareamiento. Nuestra cuerpo, en sí, es todo un eufemismo, porque la piel oculta un mayor contenido, que es la sangre. Sin embargo, para darte cuenta de ello, habrías que cortarte, perforarte con un disparo o sufrir de un mazazo -no he conocido mujer que no sufra de algo en su periodo-. Entonces, ¿para descubrir la sangre hay que llenarse de violencia? A la violencia se le ha tratado mal, porque muchas cosas bellas están tratadas con violencia, en la primera relación sexual de las mujeres hay violencia al romperse el himen, una mariposa necesita violentarse cuando rompe su capullo para descubrirse a sí misma, al igual que lo hace el infante al romper la placenta. Violentar significa romper resistencia, aquella que no te deja ser, las cuestiones moralistas o éticas enfatizaron una de las tantas bifurcaciones que hay para la violencia: el crimen, el asesinato, etcétera. La verdad es que no es la violencia lo que destroza a la gente, sino la mala voluntad, la inquina, el odio.

Pese a todo lo que he dicho, yo también estoy lleno de odio, pero no es un odio original, no es mío, yo no lo creé ni nació de mí. Es un odio transmitido. No sé de quién, un día amanecí y ya tenía odio en las venas, me lo anunciaron en un espejo, quise creer que era una broma pesada pero un médico lo confirmó "usted fue infectado con odio". No tenía muchas razones para hacerlo, apenas la conocía, lo hizo porque no resistía cargar con tanto odio, hoy la entiendo, ayudé a amenizar su carga pero creo que cargué con más peso de lo que puedo resistir. Nadie te puede ayudar, hay muchas instituciones que simulan ayudar tu cuerpo pero no es del cuerpo de lo que estoy enfermo, es decir, no me importa, porque mi cuerpo tendría que morir algún tiempo, a mí me enfermaron de odio, el odio es color rojo y la vida se me hizo roja, me dio un revés.

Tengo mala voluntad, tengo inquina, así nace el asesinato, el crimen; a la violencia no le importa la ética y violenta todo lo que puede, en este caso la sangre, rompe con la vida, con el amor. Nacen niños infectados con odio, lo descubren después y no saben por qué van a morir tan pronto. Las mujeres, también infectadas con esto, tienen aún más cosas de qué quejarse cuando están en su periodo, porque es un recordatorio de que están arrancando hojas de un calendario que es el último de todos sus años.

Mónica tendrá un dolor de cabeza destrozante por unas cuantas horas, pronto se recuperará. A inhalado tanta cocaína, quiere cada vez más, ella siempre busca aliviarse de cualquier cosa. No sé hasta cuando se dará cuenta de que ha sido infectada, tampoco sé si sabrá que fui yo, pero estoy seguro de que al darse cuenta querrá repartir el odio como lo hago yo. Toda la vida quedará manchada de rojo.

-Omar Tiscareño-


Debo admitir que detesté a mi propio personaje, pero no me dieron ganas de odiarlo.

7 de julio de 2012

La mecánica del juego


Recordé nuestra primera impresión, no era la tibieza que de tus ojos segregaba -con la que me señalaste-, no era una distracción, ni mucho menos un pretexto para descubrirnos. Si ahora has encontrado la forma de divisar el futuro, no me la hagas saber, dejaré que me envuelva el destino que me he preparado. Hay mundos en cada parte de mi ser, todos siniestrados por mi salud mental. Más adelante, también, querré detestarte tanto, pero no soy como tú.

 Mónica, ayer encontré el instructivo para el primer paso del juego que inventamos, se trataba precisamente de esto: de dejar en claro las cosas. Me sorprendió que lo ignoraras la última vez. Es un mecanismo confuso, difícil de entender, pero lo comprendernos porque es una maquinaria diseñada por nosotros.

Ensamblamos cada artilugio parte por parte, hubo piezas que tuvimos que inventar, otras las encontramos en desuso bajo nuestra carne. La mejor construcción fue una pequeña cámara, había un casco y una pantalla siempre blanca, siempre averiada: proyectaba eternos recuerdos que se morían sin resplandor. Era una planicie en la que albergábamos nuestros cuerpos, era la estrechez, era una cabina labrada con sábanas que nos desplazaba a un espacio indeterminado. En tierra faltaba la definición del acto pero nosotros estábamos en un lugar más profundo que el cielo, allá no hace falta explicar qué es lo que haces.

Mónica, has aprendido a vislumbrar al futuro, solo hace falta planificarlo y depositar tu empeño, parezco estar tan errado en el significado de tus palabras. También he decidido ser fiel a mi entendimiento. Reconoce que lo hecho significó encontrar en ti la necesidad de otro, acepta tu cuerpo como una materia deseable para el calor de otro cuerpo. Encuentra una ligadura a la cual dejas participar sin temor. Descubre al amor más allá de la piel y del comprmiso. Mónica, ya te lo digo, mientras pensaba en la perennidad, entendía por qué este juego había persistido tanto, porque tú posees la última indicación del instructivo: la decisión.

5 de julio de 2012

Un sueño profundo

Siempre tengo conflictos para dormir, tengo una descompensación de sueño terrible. Hay ocasiones en que el sueño nunca me alcanza y quedo en vigilia toda la noche, minuto tras minuto. Además cometo una tontería: simulo que mi conciencia se debilita hasta que el cansancio me abraza, y espero el momento exacto en que entre al sueño, como si entrar a un sueño significara atravesar una puerta o accionar un interruptor, cosa que me parece por demás estúpida, pero lo hago involuntariamente.

Para consumir el tiempo en estas tortuosas noches, regularmente me entretengo versificando -si anotara todos los versos en que pienso, henchiría un poemario de gran volumen-. En muchas más ocasiones, como mi actividad predilecta, imagino historias a manera de planificar cuentos. Con mis ojos cerrados, inamovible, imagino el sonido de mi voz narrando la historia, es algo extraño, como si me susurraran dentro del cráneo, luego imagino a mis personajes y su entorno, todas las figuras son amorfas, un conjunto de detalles representando un algo.

 Los relatos pueden ser de cualquier forma, de cualquier género. Cuando la construcción del cuento no está siendo de mi agrado, de pronto, no sé de qué forma, el personaje principal se vuelve exaninado, pierde su gracia y mejor resuelvo en matarlo cínicamente. Después, a manera de palimpsesto, borro esa idea y comienzo otra nueva, como el escultor que deshecha su obra y comienza con mármol nuevo.

Ayer, por ejemplo, en uno de estos insoportables momentos de insomnio, no podía concentrarme en nada. El catre donde reposaba, del cual aún no me he acostumbrado, chirriaba con mis repetidos cambios de postura. Quedé, por fin, comodamente boca arriba, con los brazos cruzados en el pecho, con una respiración tan discreta que parecía nula, sentía como el frío recorría mi piel pero no me quejaba. Fantaseé que era un cadáver.

Así inventé a Oskar, estaba ahí, petrificado, en una llanura oscura y solitaria. Paralizado, tal vez, por un terrible maleficio. Un brujo, probablemente llamado Linch, practicaba torturas psico-mágicas con él. Me dio flojera en especificar el mecanismo que llevó a cabo esta situación. Fue sólo así: Oskar poseía un ambicionado secreto -no importa de qué- el cual rehusaba develar. Harto de la tremenda terquedad de él, Linch lo petrificó, lo dejaría así para siempre, ¡ah!, porque este encanto tenía una peculiaridad, estaba paralizado mas tenía conciencia de las cosas que lo rodeaban: podía capturar en la memoria las cosas que veía, escuchaba y sentía (las emociones, también), era como un anestésico fallido.

Dudé en el escenario, no estaba seguro de que fuera en una llanura porque debía de haber un gato. Pensé, mejor, en una recámara con acabados góticos. Con esto, aquél podría ser mascota de Linch. Tenía un pelaje claro, además era robusto. Maullaba con ese sonido tan escalofriante que solo producen los gatos: el de un bebé que parece ser desollado (¿es un aullido o un dolor congénito?) No dejaba de reproducir ese sonido. De la repiza, saltó hacia la mesa en donde estaba Oskar, luego husmeó su ropaje olisqueándolo. Llegó al pecho de él, encontró sus manos. Justo cuando el brujo ejecutó su poder, Oskar había cuzado sus brazos haciendo una cruz, pretendió defenderse de no sé qué.

Entre las características de Oskar, he de mencionar que lo inventé ñango, de estatura baja. Peradójicamente era carnicero. Tuvo que tener este oficio porque al gato le atrajo el hedor de sus dedos, comenzó a mordisquearlos. Logró desprenderle la uña del meñique y brotó sangre con rapidez y, debido a la posición de sus manos, se escurrió por la palma. El gato lamió con soltura manchándose la barba de rojo. Cuando hubo detenido de dimanar la sangre, volvió a la recién herida a morder. Seguía chillando avismalmente. Imagino que Oskar ha de haber sentido un empate entre dolor y cosquilleo.

Entonces tuve una sensación extraña en mi cuerpo, un hormigueo en toda mi piel que no me incomodaba. Sentí que caía irremediablemente a ningun lugar, como si cayera hacia el cielo y tuviera la certeza de que nada me detendría. Esta sensación no se postergó más de un minuto. Por ello entiendo lo que es la sublimidad.

Pronto reconocí lo que sucedió, estaba cayendo en sueño. Después, como ya me había sucedido, me quedé vacío de pensamientos. Continué con mi posición cadavérica.

Así permanecía tendido, mirando el interior de mis párpados, cuando de pronto algo cayó en una de las esquinas del catre. Era algo ligero pues no meció mi cuerpo, de no haber estado despierto aún, no lo habría notado. Aguardé muy poco antes de querer moverme, intenté enderezarme para identificar aquello pero no pude, en realidad no supe que pasó, tampoco mis ojos habían podido abrirse. Lo único que consiguió tener movimiento fue mi corazón, fue el primero en entender que aquí había una anomalía.

Todavía ahora lo recuerdo todo detalladamente: aquello caído se movió a mis piernas, ahí fue cuando entendí que era algo vivo, de inmediato lo asocié con un gato, cosa que negué después de que caminara más ya que sus pies no estaban separadas de su torso, creo yo; sentía un cuerpo completo que se arrastraba lentamente con sus pequeñas patas, como una lagartija relativamente pesada. Recorrió mi costado izquierdo hasta encontrar mi codo. Apoyó una de sus patas, sentí un filo agudo, como si fuesen pequeños espolones. Luego pegó su nariz, creo que eso fue porque sentí un débil viento cálido, luego humedad, como si me pegaran un algodón ligeramente mojado. Comencé a sudar frío y me llené de fatiga, mi cabeza acumuló tanto calor que ya no lo pude resistir: se convirtió en una burbuja de agua caliente que reventó cuando aquél animal apoyó sus patas a mi rostro y susurró algo que no alcancé a escuchar.


Una vez despierto le conté a mi remplazó de mi espanto, evidentemente no me creyó, me sugirió escribirlo.

---Deberías de hacer otras cosas. Yo, por ejemplo, en las últimas horas, después de haberle echado un ojo al super, me pongo a leer las noticias, ni me doy cuenta cuando me duermo, hasta me han encontrado durmiendo medio parado en abarrotes.-- me dijo.

Le di las llaves de todo y comenzó sus 24X48. Yo me dispuse a ir a casa y dormir a dormir a plenas 6:00 am.