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23 de febrero de 2022

los cínicos se divierten mucho en esta vida

29 de enero

Pienso en todas las maneras en que podría hacerle daño, todo siempre puede salir muy mal. Ella usa algunas palabras y me cambia el color de la cara, hace que se me olviden las cosas que deberían importar, me hace creer que soy joven y ella también. ¿Con qué preocupación uno desliza la boca como desliza un hacha? 


Al tocarla, su vientre se abriría en canal y ella gritaría flechas al aire. Siento todo el dolor que he provocado. 


Sus ojos son de fuego y su corazón es de agua, entre su líquido me siento tibio. Es cómodo vivir sin pensar

pero yo pienso

y pienso

y pienso. 


Pienso en todas las maneras en que podría hacerme daño. Ella duerme al lado de él, mientras que yo duermo desnudo y solo, y al despertar preparo una mesa solo para mí y desayuno sin hacer ruido, a nadie le pregunto si durmió bien o si soñó algo bonito. Y como no evito pensar y pensar y pensar que tal vez ella hizo el amor con él, me permito decir que ojalá haya pensado un poco en mí, y si no, está bien, 

y si no, está bien. 


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23 de febrero

Me hace daño hasta lo que no me como. He estado pensando con más tranquilidad sobre lo que me pasa, trato de ser un poco más sobrio y quitarle metáforas a mi vida; no sé, distinguir entre lo que me gusta escribir y entre lo que me gusta padecer. 

Me gusta que cuando escribo lo hago a flor de piel, pero tampoco me gusta creer que lo que me digo es cierto. Poco a poco me estoy pacificando.

Sobre el tema: es una lástima. Yo no puedo hacer ni hacerme daño así. Aún pienso en ríos tan puros y limpios que dejan entre ver a sus peces. 

19 de febrero de 2022

alimañas y flores

 si veo de cerca, me noto la piel muerta entre sombras y manchas que me aparecieron por no sé qué 

no, si sé por qué, pero me preocupa incluso pensarlo


y siento que mi cara es entonces un maleficio,

si me desprendiera de ella sería como como levantar la cloaca 

y dejar que salieran las alimañas

que se les conoce así por ser de la ponzoña o de la suciedad


las ratas, los gusanos, las culebras, las arañas, los alacranes

animales infecciosos, de glándulas dañinas 


como si esos animales hayan querido ser de esa negrura

como si eligieran su peligrosidad o su repudio


sin pensar, por ejemplo, que en la rata hay miedo, 

que sus temores ponen a palpitar su corazón 

tan así que podría romperse su sangre en sus arterias;

¿saben si la avispa tiene miedo de su propio aguijón?


soy un animal que supura por la piel

una pócima que me aqueja,

pero que después del ardor, siembra semillas

por ejemplo de flores de lis

o dalias, que dicen que son del agradecimiento


en cosas como estas pienso cuando me miro al rostro



14 de febrero de 2022

Valentine

 

1 de febrero de 2022

Farmacopea

Digamos que es por el citalopram. Adjudiquemos de todo al milagro de la farmacopea y así nos dejan en paz y no rendimos explicaciones de por qué se nos ha visto mejor: "Es algo químico", diríamos.

Sí. Digamos que son los ansiolíticos y los antidepresivos; que nos cayó muy bien el té que nos recomendaron; que ha funcionado el deporte; que la meditación es de ayuda; que estamos en alguna terapia de no sé qué.  

Se nos ve la risa. Se nos sale el brillo. Son las estrategias de responsabilidad emotiva. Mira con qué cautela cuidamos nuestro bienestar, qué saludable resulta la compañía de otro. Tan solo estamos hablando. 

Sus ojos se mueven de un lado a otro hasta atinar a los míos y esto es una calma que me apisona, me pone quieto, dejo de mover los pies como un loco. No, no es por eso. Debe ser por el diazepam. Es decir: es el diazepam. Es esto. 

Es que yo me inducía a la hipnosis hasta pincharme la frente y hurgar entre mis pensamientos, pero desde hace tiempo que no funciona, no encuentro la quietud que se necesita si solo duermo dos horas. Además, no puedo estar inducido durante tanto tiempo por tantas veces: dormir con naturalidad. 

¿Y ahora? Bueno, es la melatonina, es la leche con miel, son los cannábicos, son los sedantes. Sí-sí, incluso tengo receta, se la muestro. Lo de ella es cosa aparte. 

Mira qué cuidadosos somos, nos vamos a tientas, no hacen crac nuestros pasos. Tan solo estamos hablando, ¿qué hay de malo en esto? Hemos dejado los puntos sobre las íes, no quisiéramos malinterpretarnos, no quisiéramos causarnos daño, no quisiéramos exponer a los nuestros (yo solo soy "mis nuestros"). 

No. Yo no quiero de drogas duras, esos fármacos son muy fuertes: causan dependencia, cuando menos taquicardia y escalofríos. He escuchado que atonta y hace percibir mal la realidad ¿No hay otra cosa que me recete? Yo la verdad a eso le tengo miedo, procuro mantenerme al margen. Hace ya tiempo que lo evito, por ejemplo cuando comienzo a pasar buenos ratos y me dicen que es alegre nuestra compañía; procuro mantenerme al margen. Por ejemplo cuando llevamos horas hablando y desvelando nuestras cosas entre la risa y la complicidad; procuro mantenerme al margen. Por ejemplo cuando desaparecemos a las personas que pesan mucho en nuestras vidas y comenzamos a imaginar cómo serían nuestras vidas juntos si fuéramos más libres; procuro mantenerme al margen. Por ejemplo si nos soñamos; procuro mantenerme al margen. 

 He estado despierto durante mucho tiempo y creo que he alcanzado un despertar profundo, un despertar en serio. No es muy distinto a estar dormido. ¿Es parte del remedio idear cosas para después deshacerlas? Hilar y deshilar, meter punto sin hebra. 

Mira con qué cautela cuidamos nuestro bienestar, qué saludable resulta la compañía de otro. Tan solo estamos hablando. ¿Qué hay de malo en todo esto? Se nos ve la risa, se nos sale el brillo. Digamos que son los ansiolíticos y los antidepresivos. Adjudiquemos todo a la farmacopea. "Es algo químico", diría yo.