🚗 _ 🚓🚓

1 de diciembre de 2015

O si hubiera recogido esos brazos del basurero y los hubiera atado a mi cintura, o si Mónica me hubiera regresado esa llamada y me hubiera informado que ya no era ella, que se mudó de cuerpo, tal vez habría sido feliz y podría salir de nuevo a tolerar al mundo. Pudo ser, ya no lo sabré jamás.

Y es que siempre estoy confundido, y me cansa mucho pensar las cosas. Estoy tan cansado y tan aburrido de llevarme a cuestas; de tirarme de todos los precipicios que encuentro a la vuelta de la esquina; de ajar mi cuerpo por las noches para que alguien, cuando lo muerda, se asquee y me escupa.

A veces, ya no quisiera llevarme por debajo de la piel.