🚗 _ 🚓🚓

15 de julio de 2018

Protocolo del café en la oficina

Ay, mujer, cómo le vamos a hacer para salir de la crisis, si nos tomó tan poco preparados; nos agarró con la cafetera a medio hervir y con los ojos virando para el suelo en intermitencias de cansancio

y uno que está tan cansado de bendecir pañuelos a escondidas, de acurrucarse en pequeñas dosis de pésames y de ibuprofeno.

Eso nos pasa por autorregañarnos con las varitas más duras,
por no cargar con el impermeable cuando entristecemos,
por escatimar cuando se nos ve contentos

y el café que todavía no hierve.

Yo propongo, mujer, que mientras pensamos cómo le vamos a hacer para apaciguar nuestros piensos, no colguemos los dedos en el teclado un momento y nos enfoquemos en dos cosas, que son las màs importantes:
 tú en sacar uñas y colorarlas, y yo en darle play al ruidero...

Ahora me preguntas que qué decías. Te digo que ya no sé, pero que sigas

y que ya casi está el café