Vamos Omar, escribe algo que guste:
No te considero un mal, sino un estado especifico en el que estoy.
no exagero tu utopía , que se centra en mi cabeza. No creo que calles para hacerme callar, pero lo haces. Enmudeces lo que quiero decir. Invitas a la desconstrucción de mi habla con ardid.
Y la multiplicidad de tu lenguaje me encanta, por que no solo es silencio. No solo te comunicas a través de la escasez del ruido, tu forma de mirar habla más que un farfullo.
Pero que carajos, yo ya ni te entiendo ni me entiendo a mí. no se interpretar tu silencio y por intentar me descerebro.
Vamos a darle cuerpo al asunto. Anoche o ante anoche - o ante ante ante ante siempre- quise ser lo mejor del Ser y ser para ti. Ya había visto lo solitaria que eras, ya te había visto en el hundimiento de la modernidad, esa misma que yo también rechazo. Tu espectro autista me fascina y tu antagónica manera de verlo todo también (tu forma legitima de demostrar el mundo). Pero sobre todo, me encanta que rehuses la idea de extirpar la nostalgia y la melancolía que habita en ti.
Quizá por eso es que, en este mundo tan devastado y virtual donde se abandonan los sentimientos; decides no hacer de tu cara un libro, no mandar pájaros a doquier, no partir tu imagen en cien centímetros ni merodear cibernauta a donde te llamen.
Quizá es por eso que prefieres el silencio pues para entender el alarde, primero hace falta callar
[...]
Maldita sea, me salí del tema..., mañana busco foto e intento una reconstrucción.