Voy a celebrar que en mi personalidad estallen los imbatibles cambios que me relegan.
Con aullidos y golpes sobre la tierra, lo voy a celebrar: he vencido sobre este mundo teniendo tan poco
Será un fulgor irascible
Muerte de la miseria
Que estalle
Y todo el dolor, el sacrificio, la pena…
-ort
---
un hombre dijo: ni con rabia ni por error estoy aquí.
Había salido muy muy tarde de trabajar, sus ojos embotados de sudor y polvo. En un momento se detuvo a contar las monedas, las recontó varias veces medio preocupado, pero resultó que sí: "¡Sí alcanzo!" gritó y se alegró.
Recordé al poema de Jiménez: un hombre se queda mirando a esas monedas, como si observara al vacío y lo alcanzara a comprender.
También hay hombres que no comprenden nada y son felices. A ratos.
---