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26 de noviembre de 2025

No se llega con la razón

 A este lugar no se llega con la razón, sino con la reivindicación del dolor, la parcialidad del yo


Se llega indolente, con la necesidad de saciar el rencor, el yo en busca de equilibrar las cuentas no para un bienestar emocional, sino para liberar el resentimiento 


Se llega distante de la historia compartida: entre tantos adioses nos quedamos solos; en largos ciclos de herir-reintentar, de sufrir-readmitir hicimos un conteo único de quién sufrió más, la narrativa individualista que sana porque empodera al yo que ha sentido ser el único (o el más) que ha acumulado agravios 


Se llega sin la disposición de la empatía, el yo único; se llega desvalorizando, omitiendo, reduciendo, con sincera evasiva 


A este lugar no se llega con la razón, se llega con la convicción de no estar equivocado, con la sensación de estar en lo correcto, de tener el control


A este lugar no se llega con la razón, pero se llega a donde mismo 


Se llega haciéndose el sufrido, haciéndose la víctima, justificándose, olvidando todo; se llega cínico, mustio, hipócrita, mentiroso


Se llega tarde, muy tarde


Se llega a donde mismo