🚗 _ 🚓🚓

13 de mayo de 2012

Seis años en el fin de la ruta

Mi nombre no importa, siempre ha sido el mismo y será igual, aunque muy pronto moriré, y qué se le puede hacer, estas cosas ocurren, como mi pies que han dejado de funcionar y me hacen inútil, un estorbo. Lo que está destinado a ser, sucede, no estoy en contra de eso y tampoco me entristece la idea de vivir lo que me corresponde -me entristece lo que no viví, o bien, lo que se me otorgó y me fue arrebatado-. Nunca merezco nada, pero lo acepto, porque así es el destino. Quiero desandar todas las huellas que pisé con temor.

¿Has pensado que quizá no seamos presente sino recuerdos de un futuro ya carcomido por el miedo de seguir andando? Pues estoy a un paso de arrepentirme pero, como es obvio, no lo voy a dar. Hasta aquí se detiene la ruta de mis pies vencidos, si aún queda camino, no importa, ya había dejado de pisar.

-Omar Tiscareño-


El siguiente es otro microcuento titulado PÉSIMO
Estoy pensando hacer un compilado llamado 
"Cuentos para no motivar al pesimista"
para venderlos baratos aunque no se me vendan./Omar Tiscareño