🚗 _ 🚓🚓

18 de mayo de 2010

Ella en función de Éter frente a tormentas de polvo.



Y que tus perlas no se hundan en tus párpados, que la humedad se repare.

Déjame entrar en tu ser, la causa de tu latir. Yo en tus ojos quiero resplandecer por los entes de sonreír. No quiero ser sólo reflección de tus ojos.


El grueso estrecho entre nosotros se colma de polvo, barrera mineral que polariza a la luz. Me refiero al temprano ocaso y al bucle de aire arrastrando polvo. Yo había creído que era helor, palabras secas que anochesen tu rostro con su exhalar. Yo había querido también ser escarcha que raspara a tu piel y la erizara. Mas si el silvante viento anticipa tu piel, quiero ser ultra voz y correr minucioso a tu oído, susurrarte las cosas que te encantaría escuchar en la fracción de un segundo.

Ya estoy tomado a tu cuerpo, tomas hasta el ultimo aliento de esta miserable figura que efervece con el salpicar de tu boca. Tomame, y siembrame en las pesadumbres de tu pasado, hablame de ti, de raíces. Niega todo con síes. Rompe las galaxias que estén distantes con tu micro realismo, que viene desde menos infinito y que no para. Yo allá te espero, en la parte más alta del firmamento.

Que el bucle no pare, que el espiral nunca ceda, yo no te quiero soltar. Zarandea mis hombros, su cabellera, su falda pero no expires deprisa

quiero sentir su fluir por todo el vació de mi cuerpo, mientras te robo un abrazo. Tu cubre tus ojos, yo cubro mi cavidad.


Hay polvo!, tan lastimoso.