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14 de junio de 2010

Carmen se desespera

El lugar siempre es aburrido, demasiado aburrido. Además siempre es monótono, se siente esa cosa rara en el aire que hace pensar que todos han empeñado su alma para ganar dinero, después de eso solo quedan papeles, recopiladores, escritorios, archiveros y computadoras de indudable calidad obsoleta. Sí, el lugar es una oficina gubernamental, situada en la parte más alta del edificio donde las ventanas solo dejan ver anuncios publicitarios y nada más.

Ya no sé por qué termine siendo burócrata, siento ser colibrí enjaulado. Siento que de 8:00 a 15:00 la vida se hace un intervalo de círculos que no terminarían nunca si no existiera Mariana y me regalara una sonrisa. Quizá seamos los menos adecuados para este empleo, porque tenemos alma y somos felices.

Desde ayer o antes de ayer, algo interesante esta ocurriendo en este hipotético inframundo: Carmen se esta desesperando.

Carmen es ya algo mayor de edad, lleva ejerciendo veinticuatro años y por fin ha llegado al auge de sus tolerancia, ya era hora.
Ruben, que tiene poco menos que ella laborando y casi su misma edad, reclama desde su escritorio a Carmen el Faltante de una transferencia. Ella refuta con voz sorprendida que eso no puede ser cierto, después trata de confirmarlo en su computadora. Ruben hace lo mismo en silencio mientras que Carmen balbucea quién sabe qué.

Después de un frío y breve tiempo, Carmen se acerca al escritorio de Ruben y muestra una hoja en que cree ella poder demostrar haberla realizado. Ruben dice que eso no confirma nada, que pudo haberla hecho en ese instante, él sólo pide el Acuse.
Esto trata de que Carmen debe realizar la transferencia y mandar un Acuse a Rubén, el detalle aquí es que no se encuentra el Acuse y tampoco aparece realizada la transferencia.

Carmen ríe burlesca por lo que esta diciendo Ruben, lo llama irracional y remata diciendo que es además un inútil en su trabajo, que no por algo ha estado cerca de ser despedido varias veces con cierta razón.
Esto de verdad hace enojar a Ruben, da un fuerte golpe al escritorio con la palma de su mano y se levanta para mirar con odio y de cerca a los ojos de Carmen. Toda la oficina se ha alertado por el tremendo manotazo de Ruben y como todo es un desconcierto, nadie hace nada para disipar el enfado.

Ruben no tiene argumentos en mente, solo quiere ofenderla, la llama lucra, ratera y varios sinónimos más. Le grita muy cerca de su cara e incluso hasta la escupe con su hablar, ella también cae en cólera y regresa sus insultos con voz cada vez más grosera a la de él. Carmen se desespera tanto y tiene ya tanto enojo que toma una gran engrapadora y lo golpea en la cabeza varias veces hasta hacerlo sangrar.

La escena tan violenta estremece la piel de todos. Ante tal ímpetu, aparecen varios valientes a tranquilizar la bronca. Mariana y Yo estamos asombrados, ¿cómo un error que es tan rutinario puede provocar algo tan catastrófico?, pero aún no sabiendo bien como es mi condición, veo a Mariana mucho peor que yo, es tan pálida y sus ojos son grandes charcos de agua...

Ruben se empieza a recuperar del aturdimiento, mientras que Liliana y Ramiro limpian su herida con alcohol. Carmen aún tiene la engrapadora en las manos, ha quedado pasmada, en shock, como una imagen en pausa. Mariana se acerca a ella, le quita la engrapadora con soltura y sutileza y le susurra algo al oído. Carmen vuelve a enloquecer y da una fuerte cachetada a Mariana, ella no hace nada, solo sigue llorando como desde hace rato. Carmen la toma del cuello y comienza a ahorcarla con movimientos muy bruscos

yo intento separarla pero no puedo, tiene una fuerza sobrehumana. Josue y Roberto también intentan hacerlo pero Carmen no cede


Entonces Ruben saca un revólver de su escritorio y le dispara en la cien o_o, no es cierto, aún no lo termino. ya casi son las 5 y tengo que apurarme a una cita.