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22 de abril de 2025

La tea

Toma la tea de nosotros y blandéala 

blandéala hasta apagarla 

como el esgrima 

para tocar sin ser tocados 


Sé que no temes a la urgencia de la calma 

entonces nómbranos de la manera 

en que sean más fáciles los adioses 


Toma el control de nosotros

y condúcenos con buenas manos 

que en tu corazón no se haga la noche


Toma la tea de nosotros y blandéala 


ort

24 de marzo de 2025

Jairo

Metieron a Jairo a la cárcel, nos textea mi mamá en el grupo familiar y un dolor me hunde el ombligo hasta la espalda. Mi padre pregunta quién es él y le aclaran: el que jugaba con Omar cuando vivíamos en el Morelos, que estaba malito de la cabeza, loquito pues. 

Su padre encendió el motor del camión para calentarlo y se metió por café. Yo sí lo puedo imaginar: Jairo en una maquinaria pesada que no entiende cómo funciona, desplazó las ruedas un par de metros y abrió a otro niño por la mitad, desde el estómago, igual que las granadas cuando se agrietan de maduras o como el carmesí de algunas tunas cuando florecen.

Pidan por él, sugiere mi mamá, se lo llevaron al C4, lo van a tratar como adulto; está en crisis, dice Juana que le tocó ver, dice que grita de desesperación, que se rasguña y muerde los labios hasta hacerse hoyos en la carne. 

Dios mío, no: yo no lo quiero recordar así entre los alaridos de la condición humana, cierro los ojos: 

Aunque sé que está mal, tocamos la puerta de don Sergio allá en el Morelos y corremos hasta escondernos, pensamos que no puede ser tan malo, reímos juntos como hermanos. La luz en su cara. 

19 de marzo de 2025

Esplender

 Estoy hendido de ti, como una flor que creció en un árbol seco y agrietó sus costras. 

Digo que ya no escribo aunque todo el tiempo pienso en lo que podría escribir si tuviera más determinación. Me digo, escríbelo, no puede ser tan malo. 

Ahora soy más consciente de lo que la literatura es en mí, soy más consciente del don que se me ha dado (hay algunas habilidades más pequeñas que otras) y que es un fruto cuando soy amable y soy sincero conmigo, y un castigo cuando no. 

Es difícil vivir de la imaginación. Ni siquiera es propiamente lo correcto, aunque es gratificante cuando son varias las personas que están imaginando al rededor de lo mismo, como orbitar una lengua. 

— 

Soñé contigo de nuevo, creerás que soy un loco: sabía que había sido una premonición porque sentí lo mismo que dices sentir cuando se esplende. 

Esplendí y luego esperé los días y esperé las noches, 

y ahora que estás aquí (nuestra sonrisa y nuestro llanto al filo de lo primero que suceda), ahora que medimos lo mismo de anhelo, de cautela y de la insensatez, dejamos que ocurra el silencio en nuestro abrazo hasta hincharnos de nosotros. 


Estoy hendido de ti