🚗 _ 🚓🚓

10 de julio de 2012

El cambio brusco

Oye blog, he estado bien ultimamente. Las cosas no resultan como deseo, pero así me gusta que ocurra porque ya no le tengo miedo a la adversidad. Estoy aprendiendo a cambiar de perspectivas, pero es dificil que la gente cambie la visión que tiene de ti

haz fama y échate a dormir.

Muchas veces he escrito en ti cosas de ella indirectamente [lo seguiré haciendo, perdón]. Te he platicado de cómo la conocí. Hoy quiero platicar de cómo la desconocí. Hace tiempo estaba sumersa en la melancolía -hasta hace poco me di cuenta- y tenía cambios de ánimo muy repentinos. No los demostró conmigo porque juntos estábamos bien, no quiero alardear de más, pero estar conmigo en el trabajo le resultaba divertido. Yo también lo estaba, y mucho, hace tiempo que no logro reirme de la misma manera, ya nadie me comparte agua de mango y ninguna de las amigas de las personas que conozco me ha vuelto a decir

"oye, estás tan flaco como un vegetal"

                                                 vaya, no sé si es porque ahora estoy peor. He perdido esa gracia, mi humor cambia repentinamente, a veces no soporto a la gente. En pocas palabras, me he vuelto huraño y lo peor es que siempre hay una buena razón -o al menos trato de creer que así es, siempre estoy equivocado- si de pronto me lees escribirte que ya no me interesas, no me hagas mucho caso, blog, es que aún no te he leído lo suficiente para conocerte y saberte tratar.

Ella aprendió a ser una persona plena, equilibrada. Me platica de cómo las cosas le resultan mejor que antes. Cuando estoy con ella, ahora no es lo mismo que antes: me apeno, no tengo confianza en mí y he dejado de simpatizarle, quizá, sé que pudimos estar mucho más tiemo juntos si supiera tratarla, procurarla como es debido. Eso resolvería muchas cosas de las que hago.



Hace una semana me platicaron de Adrian, está en depresión y ha intentado suicidarse. Lo vi hace más de un mes, me reí de él porque parecía un robot que apenas y procesaba la información. Caminaba tres pasos y después planeaba cuales serían los proximos pasos, quién sabe para donde quería ir -creo que ni él lo tenía asegurado-. Todos estamos en constante cambio, hay que tener bien sujeto el vilo de nuestras vidas.