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30 de noviembre de 2010

Mengue

El arrullo,
aquél cobijo;
su aura masticando azahares,
rompiendo hojas secas con su chueco andar

El rojo,
éste toril;
mi tórax hinchado por la picazón del deseo
y sanando con el ungüento de sus tajares.

Se descuenca sagaz a embabucar mis ojos falaces.
El frío se me contrae a las costillas y anticipo su grito
como un lengüetazo a saliva fría desde mi cintura al atlas.

El alto de la escalinata culmina con su silueta oscura, amorfa, astada y burlona...
Y un trinche, con su risa maldita, me clava dos manzanas en las quijadas para que nunca deje de reír.

-Omar RT 10-

28 de noviembre de 2010

Hay que hacer una historia

 -que no termine nunca-

de ti y de mí

de mi trazo perpendicular, de tu linea paralela y de sombras adyacentes mordiéndote.
-Yo quiero sanar, de tu tiempo, la complejidad del cupo. Pero no puedo. Quiero, mejor, acompañarte en tu labor de humanista y verte cambiar el mundo mientras lo reparas para mí-


No te escuché, tampoco te vi. Dónde había estado yo sin ti -¿alguna te vez te has puesto a pensar que quizá no somos presente sino recuerdos del futuro?- ¿Por qué nunca veías cuando te veía?
Yo aveces no sé ver, no así cómo tú. Enseñarme

...más el dulce jugo de tu sonrisa ¿por qué lo dudas tanto?
y el petirrojo en tus labios
y el veneno de tus manzanas
-No te conté que soñé contigo. Te contaré-

Escucharte hablar y querer olvidar mis cosas por hacer porque nade es verdaderamente necesario -En estos momentos pienso que me eres tan útil para estar bien-

Ni planetas agrietados

Ni recuerdos del presente pasado.

Deveras me encantas. Me encanta que seas Lu y no otra cosa

22 de noviembre de 2010

Qué bueno verte...

Y esto sí es difícil de creer...

Una vez, en mi fiesta de pre-graduación, encontré a un chavo medio muriéndose de alcoholización, sus amigos lo habían abandonado y quedó sólo llorando sus penas amorosas en una palapa. Me acuerdo que me regaló uno o dos cigarros antes de su destrucción y que al ya verlo así me hizo sacar a flote mi lado humano samaritano.

Le di agua (de la piscina en donde todo mundo ya había orinado), le conseguí otro tequila, lo cargue a la puerta con la ayuda de un amigo, me detuve como tres veces a que vomitara, le conseguí una llamada a su mamá para explicarle lo que le sucedía y por último: no le robé su iPhone, se le cayó y no se dio cuenta, hasta se lo metí a su bolsillo!.

Después regresé a mi palapa y me habían robado mi ropa y mi celular se salió de mi bolsillo seguramente cuando lo subí a una camioneta, lo perdí. Me dio un chingo de coraje, quería volver a encontrarlo y arrebatarle ese iPhone que me hubiera sido tan fácil quitarle sin que nadie lo notara y saldar cuentas...

Pero Bueno... Omar ya había hecho su buena obra del día.

Una amiga se burló de mi karma, hasta me invito a unirme en facebook a una pag. "El karma te va a chingar" y yo sólo esperaba a que el karma me pagara rápido y de buena manera mis servicios. Hasta hoy

HOY

22 de Noviembre, en mi nuevo trabajo. Lo vi, ahí, atendiendo llamadas, instruyendo a una compañera, era él, lo era
no puede ser otro. Hasta sigue luciendo desdichado. No me equivoco, yo sólo me equivoco cuando creo no tener la razón. Pero está ves creo sí tenerla.

Me acerque a esa isla y platique con un compañero que estaba siendo sombra de su vecino de terminal (aprendiendo de ellos) y platique, también fuí sombra de ellos. Medio le platique pero cambiando un poco los papeles: que no era él sino otro de sus amigo el que estaba muriendose por una mujer y hasta lloro y no sabía ni en que planeta se encontaba, que él me ayudó a cargarlo y más o menos se acordó pero no dio razón.

El chiste es que me explico todo lo que se debe de aprender de la empresa y el trabajo, cosa que no hizo la otra chava con quien yo fui sombra primero.

No sé...
Si el karma tiene algo para mí, espero que sea bueno y no sólo un buen curso inductivo...

Pero bueno, es buena oportunidad para que se salden cuentas. La vida funciona a base de mamadas y cosas extrañas que aveces ni yo ni tú ni nadie puede explicar.

Bueno aquí el resumen: Ya sé cual es su loquet y sé que ahí guarda su iPhone. Si el karma se sigue viendo lerdo conmigo...

Este es mi entrada no. 100*!! Lo festejaré el viernes

*el Epistolario marca 86, pero el resto son borradores. No es oficial, pronto habrá un de nuevo 100

21 de noviembre de 2010

Cosmonauta II

Así que agrietó su traje de astronauta, dibujó un circulo en su pecho con las piedras topacio que había encontrado. Quitó la parte externa con su mano izquierda y con la otra tomó un pedazo de su corazón (volvió a sellar su traje) y con ambas manos apuntó hacia el cielo de la luna y exprimió ese pedazo como otorgando al cosmos. Luego se deshizo su ofrenda en miles de trocitos color violeta que corrían a la superficie de la atmósfera, como una parvada de mariposas luminosas que se apresuraban a perseguir los restos de su nave. Después se formo un circulo de aire en su casco, en seguida un bucle de polvo sobre todo su cuerpo y culminó con un pequeño tornado de tierra en su perímetro siendo él el ojo de éste. De pronto todo cayó y se deshizo, como si hubiera terminado espontáneamente. Entonces el cosmonauta se arrodilló, inclinó su cabeza y echó los brazos hacia atrás, nadie pudo notar su tristeza y el cristal de su cabeza se oscureció aún más de lo normal, hasta las piedras topacio lucieron tristes.

Y es el primer intento de recuperar su nave, no funcionó con el corazón.

19 de noviembre de 2010

Ciego

Y ver tu capricho rociado por la pastosidad de mi vals somnoliento, sonámbulo.
y ver con los ojos cerrados, como el oxímoron de tu voz silenciada, tu lengua ocupada...
Para eso me basta mi visión acotada: para no ver que tu antojo me es arrebatado del manojo que yo había rascado antes.
De no recordar que aún era un humano, me hubiera arraigado al suelo sin dejarlos de ver... hasta que amaneciera cien veces.
-pero esa noche dolían las/los cienes-

16 de noviembre de 2010

Torpes mineros

a Ella, 
que hace que mi poesía no sea verdadera. 
Poque nada es verdadero sin ella.

Granos de topacios desechos,
macerados por los huesos de otro cadáver que no soy yo.
Y un mar empedrado por tus lagrimales
piedras calizas que escupen tus ojos
con olor a eucalipto y sabor amargo
Y cuencas y caudales y torrentes y otros diseños de tu dolor
agrietando al agua de tus suplicios congénitos
escupen orbes saladas y liquidas que devoran tus cachetes
que son rasgados por las cutículas de la nostalgia.

Tus paños no secan
ni se deja ya pigmentar el cielo
ni el vapor del sueño de tu venero estancado
Ese charquito de saliva quedada en mi boca
fue encrucijada de rato con la boca de otra boca
y con los sueños de otros sueños
de otra soñadora que todavía no sueño.

Sé que se hacen madejas su brazos
y agujas sus suspiros que tejen lechos
como retazos de ancianas
Pero me guardo en mis secretos
palabras originales jamás gastadas por el uso o su desuso
Y tú ya ves en su estrecho
las ganas de querer quererte como te quise
No sé si quieras que así te quiera
No sé si quieres una replica de mí
Pero te digo algo:
No habrá textura, ni llanura en tu alma
tan más atestada de antojo
como lo fue la mía cuando fue tuya
y que aún arrebatada mi esencia, que es tu esencia,
sigo siendo el pionero-minero que alguna vez intentó
hacer de tu cuerpo la geografía, comenzando por tus topacios
que hoy son pedruscos que se desmoronan de llanto
por los huesos de otros huesos que no supieron cumplir

-Omar RT '10-
Foto: Jateè

15 de noviembre de 2010

Tres recuerdos:

I
...me hago de carne y bajo a ver como andan las cosas,
a ver como andas sin mí.
Luego gritas con ese tu tonito cancionero, que no me muero por eso pero me enfría la espalda.

-no te veo, cariño, no veo tan lejos- murmuro para mí, es que ya sabes que estás tan lejos.
tu risita maliciosa me recuerda la graciosa situación que sufre mi visión, mi rango de alcance.

Y cuando ya eres verdad:
no hay maquillaje, calzas huaraches y luces cómoda con tu traje... qué lúcida!

II

Sospecho que es el único lugar donde la gente no es amable. Sospecho que en este pueblo no hay más que viejitos (y sus nietas) huraños que siempre tienen el gesto fruncido. Y yo con raíces en los pies, sentado en una banca que se oxida al mismo tiempo que yo, contando las veces que las palomas pican al suelo, cabeceo de sueño pero no quiero dormir, siento que un buitre confundiría mi cuerpo y me roería.
Pega el badajo con sus paredes, ya lo había estado esperando: saldrás de la catedral y nos perderemos en tu pueblo, que no es un infierno si eres de fe, y hay que saber escondernos, que aquí no se entere nadie.

-No sé por qué imagino/siento un gran ojo en el cielo, me cohibo-le dije.
-Te acostumbrarás-

III

Como soñando gaviotas en un sueño. Quiero llevarte a la realidad, me tuerce tu humedad.

Estamos en un río contando lunas reflejadas, tratando de acertar cual es la verdadera. Erré con tu reflejo.
Eres como las brasas, te juro que sí. También eres como un mar, tu lengua es como un venero y tu respiración en mi oído son corrientes de aire tivio y cuando llego a tu pecho...

hay piedras que no son tan duras.

Y hay caminatas que no son pesadas

10 de noviembre de 2010

Cosmonauta

Y la reentrada, que corta en sajía hasta la vientre lunar, cubre de polvo el módulo a habitar. Y baja lerdo y pausado como danzante del tiempo dilatado. Se vuelve intruso furtivo y pisa sus tierras selenitas. Este individuo es un ser pionero y solitario que viene a catar su cuerpo.

Minero, poeta y cosmonauta, se roba dientes de león asfixiados por el espacio y toma de sus suelos, sin alutación, perlas que son escarabajos color caramelo. Juega con ellas a perderlas y después encontrarlas, y así más y más se aleja del módulo. La actividad extravehicular consume su tiempo y el reloj de su anillo ventral no quiere dar la alarma de regreso. Y luego escucha que el cielo reverbera, después el rugido de un combustible ardiendo y nota la trayectoria suborbital de su nave que viaja con suma liviandad y rapidez sobre un espacio profundo y desaparece junto al deterioro orbital, se vuelve miseria al impactar con chatarra cósmica. El cielo se ilustra de una flor de fuego que combustiona de una extraña manera.

Vibra un temblor en su pecho y no sabe qué hacer, qué pensar. La expedición no contaba con más tripulantes mas que él y no hay forma de que encendiera su nave sin un usuario. Luego chilla otro ruido, si es posible que eso fuera un ruido, un fragor quema al aire que hay en su lejanía y al llegar a la razón de este no encuentra más que ausentismo y desolación. No encuentra nada, no existe módulo ni rastros de él y sus funciones cognitivas básicas están dejando de responder con eficacia, no tiene ni percepción, ni memoria, ni pensamiento lógico

y la luna sigue rotando y él sigue respirando, si más gira o más respira, él morirá

1 de noviembre de 2010

ya se sabe que el mundo es pequeño, y que si buscas más allá, estás en medio de un cúmulo infinito que no deja de expandirse.
Con esto quiero decir que el mundo es diminuto y que si estas en él, eres casi  nada. Pero eso ya también se sabe. No me basto con saber.

Por eso huí de allí, no por dejar de ser nada [creo que ya nadie se exenta de esto] sino para crecer y conocer lo que es verdad, creo que el mundo no es verdad, creo que este mundo es el rincón donde van a caer las chatarras de otros espacios u otros tiempos. Ya sólo queda el espectro de creer que trascendemos. Y la gente hace maravillas en el mundo y es recordada, pero eso no nos hace ser más grandes, sólo más duraderos.

I
--Nubes altas y colosales, las quiero perforar con la extensión de mi ser. Déjenme atravesarles.
Y luego ya estoy sujeto a una camilla
--Cielo alto, raudo, quiero entenderte y cartografiar tu cuerpo. Mójame de tu misticismo.
Y están lavando mi mente.
--Tierra, deja arrancarme de mi ombligo tu costra para perder tu gravedad. Dame alas
Arde el combustible rumbo a un espacio profundo.

Y un zumbido estalla a mis oídos y sangran desde adentro; el aire es acuoso con olor a butano que viene de un motor descompuesto; sufro una convulsión, pero ellos no saben ver; se polariza el cristal de mis ojos, mis pupilas se dilatan. El mensaje de alerta se resume en agitar la punta de mis dedos con desesperación. La estática se rompe.

Después vuelvo a mí. La misión fracasa. El proceso no culminó, ni culminará si no entiendo que es liviandad [y mi liviandad no consta de mis 63 kilogramos].

Veo a un ser que muerde con su bolígrafo hojas de papel, dice en voz alta -Hay sobre peso en la nave. No es un piloto preciso, pero entre más fracasa se vuelve más consistente. No es el idóneo, ni tampoco el perfecto: es al que se recurre en estos casos en donde la nave es inexistente. Que lo vuelva a intentar, no importa las veces que sean necesarias, la Luna es consumida y no hay quien crea poder rescatarla-