🚗 _ 🚓🚓

22 de septiembre de 2011

El mexicano

  PARÉNTESIS Yo no soy aquél poeta que se mojó en los calzones 
por meter mano en palabras húmedas y líquidas mientras soñaba. PARÉNTESIS

¡Ay mulata!
Así como las tunas, me espinaste la boca.
Pa'luego te miré y ya habías florecido sobre otro nopal. Ni el aguarras me quemó tanto la garganta como las maljurias que en ese rato te eché.

Ya no podía rajarme; la chaquetilla mojada de tekila; mis botillas que pisaban imponentes como las patas de mi Piruleta. Llegué, nomas pa' que me vieras como no chillo, aunque sí, porque me calas hondo, pero viejas como tú no le pegan a mi corazón tan recio; por eso llegué, mulata, con la guitarra floja, con el mariachi quieto. Me vas a escuchar cantarte hasta dónde ya no te quiero y hasta dónde sí, ojalá que sí le atines y me avientes tus espinas, si no hay traigo mi pistola pa' perderle la vida a quien te me robo, faltaba más.

-Omar Tiscareño-

Chinga'o