🚗 _ 🚓🚓

25 de septiembre de 2011

La Luz

Cambiar la altura de los cerros; bajar el sol, menguarlo. 
Tu sombra, otra vez tu sombra, se va. 
En serigrafía es distinto, yo no lo sabía,
no es lo que se pinta sino lo que se pintó.

-Margarito, hazme una luz que me guíe y me acompañe, hazla bonita y redondita para que me quite los miedos de la noche.

Yo sólo la miraba. No le quitaba la vista de su boca que se movía.

-...y que atraiga luciérnagas, pero nada más luciérnagas; qué me haga reír cuando no esté papá, que me haga reír mucho tiempo, Margarito, ¡Margarito!

A ella le cuesta entender algo que yo no sé de que trata. Todos dicen cosas de más para no decir más, ahí el rodeo, el ruedo, el círculo, el espiral.

-Y cuando ya no esté, cuando ya se haya ido igual que mamá, dile que le voy a rezar mucho, que le prenderé sus veladoras. Dile que se porte bien ande donde ande, que si luego descubrimos que nos mintieron con lo del paraíso, yo ya inventaré uno, haber de qué modo, para estar juntitos los tres y hacer una casita, y ojalá, de verdad, que no se nos haga pronto estar juntitos.

Es difícil hablar de la muerte, es más difícil explicárselo a una niña. A veces casi nos entiende pero no le queda claro. Cómo decirle que la gente se va "¿adónde?" respondería, qué se le dice "adonde vamos a estar mejor", mejor que qué, qué ha vivido ella para entender lo que es mejor; ¿mejor que un dulce?, ¿mejor que creer que existe alguien que te regala juguetes? ¿mejor que sentir el enamoramiento por primera vez? Cómo va a entender ella sino con el tiempo y es eso nada más: el tiempo. ¿Mejor que no lo entienda y ya? ¿así mejor? pues mejor no se haya inventado la palabra morir, hay muchas más cosas que la gente no sabe cuando se muere.

-y luego, Margarito, si ya no está mi papá: ¿alguien me va a querer igual?, no me voy a juntar con nadie, a quién le voy hacer caso -empieza a llorar poquito- Dile que no me deje.

Susana, la única luz que te hice fue la de mi experiencia, quisiera que fuera tuya -extraño tu mirada, tus ojos amarillos-. Susana, no me atrevo a decirte. Tu pelo, del color de la miel quemada, tan bonito que era; tus brazos flacos, mujercita de hilo; la vena se te salió del cuerpecito y te la pegaron al agua de bolsa; tu papá, tan triste que se equivoco, te dijo que ya no lo ibas a ver pero no te ha dicho que eres tú la que muere. 

 -Abuelito, mejor hazle una luz a él, la va a ocupar más que yo. Porque a mí a lo mejor se me quita lo triste, así como a ti como cuando se durmió mi abuelita y mi mamá ya no vino. Pero... y si sus ojos se cierran o se va de noche, a él le hace falta la luz, ¿no?


 Me jalo las venas, me estiro la piel, los párpados; mi corazón tan viejo se revoluciona. Una niña, mi nieta, con unos cincuenta años menos que yo me vino a explicar la muerte, pero ella no entiende porque no se lo sabemos decir.


-Omar Tiscareño-

Y ocho años antes un médico dijo: Dio a luz a una niña

22 de septiembre de 2011

El mexicano

  PARÉNTESIS Yo no soy aquél poeta que se mojó en los calzones 
por meter mano en palabras húmedas y líquidas mientras soñaba. PARÉNTESIS

¡Ay mulata!
Así como las tunas, me espinaste la boca.
Pa'luego te miré y ya habías florecido sobre otro nopal. Ni el aguarras me quemó tanto la garganta como las maljurias que en ese rato te eché.

Ya no podía rajarme; la chaquetilla mojada de tekila; mis botillas que pisaban imponentes como las patas de mi Piruleta. Llegué, nomas pa' que me vieras como no chillo, aunque sí, porque me calas hondo, pero viejas como tú no le pegan a mi corazón tan recio; por eso llegué, mulata, con la guitarra floja, con el mariachi quieto. Me vas a escuchar cantarte hasta dónde ya no te quiero y hasta dónde sí, ojalá que sí le atines y me avientes tus espinas, si no hay traigo mi pistola pa' perderle la vida a quien te me robo, faltaba más.

-Omar Tiscareño-

Chinga'o

20 de septiembre de 2011

Cielo sucio

Llegué ahí, a lo alto de la quebrada, no te encontré ni a ti ni a tu rastro. Me he dado cuenta de que no he seguido nada. No objetive lo que quise, falsas pistas, cavos equívocos, palabras erradas -ninguna quiso abrir-. Me senté ahí, en el precipicio, arrojé una cadena que se oxidaba, tenía muchos nombres, tenía muchos hombres. Anochecía, era un crepúsculo sangriento más. Etonces, tan depronto me di cuenta, la vida ya me había sido arrebatada. Me arrojé al mar. Huella tras huella, un espectro de mí regresó su camino, llegó al centro del malecón y allí: las palabras que no me dijiste, las cosas que callé de ti. "Me voy, Omar, pero sé que también te irás", destruí mi celular. Luego más atrás, calle tras calle, superfluo, la habitación de aquella habitación rentada: letras con dedo, el vaho y el espejo, tu cita -imperativa- que termina con la palabra malecón y una nota minúscula al borde del espejo "es verdad, ya no eres el mismo de antes", ella: pluscuamperfecta, ya se había ido. Una o dos o cien horas atrás: tú y yo en la cama. La pirámide, la herída, ¡qué sé yo! me advertí pero poco me importó. "No es ese mi nombre", tenía en mente desde hace tiempo, "no es ninguno de esos mi nombre", le arranqué la cadena, me vestí, su respuesta inmediata fue "no tienes idea de lo que te va a pasar" "en este instante, ya no eres el mismo". Atrás, varios bellos momentos más atrás, no en las copas globo, no en la ruta de un caballo ciego, no en la lluvia de luces; más atrás, ahí, aquí. Yo, fotógrafo, robando el rojo de este y ese cielo, te encontré mirando también
-La sangre se cuaja en las nubes, se va a derramar sobre nuestras cabezas.
-No sabes lo que dices, la sangre no es para compartir.

Omar Tiscareño

19 de septiembre de 2011

Airam

Va a vivir con nosotros dicen por mucho tiempo. No lo sé, pero es algo hermoso tener alguien menor en casa, una criaturita y su código infantil desmenuzándote el cariz.

Hace poquito, mientras dormía, tuvo una pesadilla. Eso es.. es... no sé. Sus sueños son mis sueños también.

13 de septiembre de 2011

Rezo y Retazo

Había un joven ahí, que se reflejaba en el agua, atrás su cielo que amenazaba lluvia. Otra niña allá, con los ojos de un panal, sentadita y triste con los párpados llanitos y húmedos, despintaba las flores. Aquél, con la cualidad de un varón prematuro y con el intelecto de su lectura cotidiana, se acercaba a ella y comenzaba a rezar:

Cielo protector, dilúyeme.

Mar henchido de nubes, refléjame.

Miel derramada, no llores.

Luz de los ojos, no me falles.

Rostro sin par, encuéntrame.

Lenguaje proxémico, llámame.

Ruido escaso, sé mi fundamento.

Primera palabra, impresiona.

Desmesurada caricia, derríbame.

Flujo de las olas, ampújenme un poquito más.

Cuenca de tus ojos, bóveda celeste, abrigo de tus orbes, el color del amaretto en cristal: 
no llores, niña, no llores.




...cocemos luz.

11 de septiembre de 2011

"Son catorce (son infinitas)"

[...]Te platicaré:
Era domingo, era la tierra del calor, eran diferentes las vías. Te besé y se sello el conjuro, hasta ahí debía de verte. Me diste de esa agua que ya la he mencionado en algún cuento, la secuela del instante es aquél en que ya no te siento, en el que ya no eres palpable. Por eso te recreo infinitamente en la fracción de un segundo, en un recuerdo y no es que dejes de cesar y seas ilícita por infinita, sino que te suspendo y te dejo allá en el mundo de las ideas, mientras tanto juego con las proyecciones de ti y tú después. He dividido en tres esa proyección, la primera en donde te vas, la segunda en donde te pienso y la tercera en donde te escribo:

I (Se va y me fui)
Envenené su voz, su hermosa boca pitiminí.
Quién te va a salvar del abismo, quién sabrá.
Me duele su reflejo, me duele hasta la sombra.

Fue alta la antorcha y dorados los suelos,
secas las bocas y resonantes los jadeos.
Fue lo mismo tu piel que los desiertos del Sahara.

Como todo desierto, hubo enemigos callados
y como todo asechado huí a desaparecerme.
Nunca el viento me va a solapar de tus ojos.

II(Deseo que me piense)
Moja tu mar, tus adentros,
tu oscura alma aguamarina.
Moja por dentro mis venas
que pican agrio los huesos.

Usa y desusa mi nombre,
amárralo junto al tuyo.
Busca y retiembla estos suelos
y llévalos a tu pecho.

Guía la ruta del tiempo,
dame un ocho tendido
y desdoblalo después
sé eterna y momentánea.

III(No me falte nunca el desentendimiento, no me falle jamás el desacuerdo)
Te platicaré:
[...]


-Oomar Tiscareño 11-

8 de septiembre de 2011


Sí, yo te ayudo, es así. No, primero así. Claro. Omar, ¿y tú?. ¿Francés? me gusta, pero no sé. Yo Letras. Ocho meses. Más o menos. ¿Tú sí?. Nunca te había visto. ¡Ah!, es por eso. Ya te acostumbrarás. Termino a las nueve. Ya casi. Igual.

Hola. Bien. Qué bueno. ¿En verdad? (Risas). Yo también. ¡No es cierto! ¿En verdad? (Risas). Te lo juro (risas). No es cierto. Ves como sí. (Risas) ¿Ya las nueve?. Tú también.



-------------------

Sí. La nueva. Antier y ayer. A un lado de ella. ¿Sí?, no lo noté.

(Tus ojos.Tus ojos.Tus ojos.Tus ojos.Tus ojos.Tus ojos.Tus ojos.Tus ojos)

M  i  e  l
lo  p r o f u n do
P a rtirDividi d o
Ár b o lR e c i na
L u c i é r n a g a
A b e ja   R e i na
C   a r a m e l   o

4 de septiembre de 2011

La dificultad de un argumento

1. f. Acción y efecto de disolver.
Preguntar hasta resolver, ya sabes que lo dijo Sócrates. (Mayéutica)

Tenía una duda: ¿qué es lo que se busca, la verdad, una respuesta o una solución?

Lo último que escuché de filosofía fue que la mayoría de los filósofos se dedican a refutar soluciones. Solución viene de la palabra solvere (latín, claro) que significa "soltar", "liberar", me imagino aquello que es la verdad y esto tiene un poco de claridad para mí porque

tanto hay que pensar y está ahí la verdad, pero hay que liberarla.

Sí, disolver y resolver podrían hacer sinonimia, pero disolver, que para lo que explico tiene su significado en desuso, está compuesto del prefijo dis- que trata de un "alejamiento por múltiples vías", por otra parte, y por lo tanto, el prefijo re- trata de "retroceso, reiteración, hacia atrás".

Entonces, la práctica filosófica de poder encontrar la verdad difiere en métodos, en aquél que diverge de lo que otros han propuesto o, en base a lo estipulado, rehacer un argumento. De cualquier modo, el buscar tanto la verda hace que las respuestas broten por sí solas.

En fin, ahí está la solución a mi duda, pero sé que es mucho más difícil porque lo complicado es entender ¿qué es verdad?. En todo esto que te he explicado puede ser que me equivoco y yo pensando que he efectuado mi solución. Algo más en lo que podría equivocarme es que así funciona la filosofía.

1 de septiembre de 2011

El enemigo callado / Las primeras proyecciones para el cuento

Tiembla, tirita, vibra. Chispeo de luces flacas.

El puño, la cara, deseo. El odio se cuaja

Aburriéndome con tus insomnios, riéndome de tus nocherías. Lunas torpes, unas erradas, las abrí de tu poemarium. De a poco te fui creyendo que vieses cuantas te pegan gana, y desganado leí. ¿A poco ese eres tú? ¿no hay más?, quizá sí: aquél faldero que va a moverles su cola.

----------------------

Tengo unas cuantas palabras para el cuento:

[...]te induciré a creerme, a imaginarme, a juzgarme. Lee, no dejes de leerme, sucumbiré tu imaginación y te preñaré tres imágenes. La primera, porque así se eligió, será obscenidad. Recuerda que una palabra tuya te seguirá a trastabille

I

Allí, culebra, te retuerces. Quiero amontonar con mis dedos tu cintura, las corvas de un paraíso robado, te espino el entrepierna con mi falo enrojecido por el exorbitante vaivén, mucho viene, mucho va. Exacerba mi semen impuro y diluido mancha a tu ombligo, corre como vida autónoma hacia tus costados y posa como la paloma del espíritu santo.
[...]

Omar Tiscareño